Jornada primaveral en el primer día de mayo, marcado por las altas temperaturas, con máximas cercanas a los treinta grados. Fueron muchas las personas que optaron por pasar el día festivo en la playa, eligiendo para ello las distintas localidades costeras de la provincia onubense para disfrutar de un 1 de mayo, Día Internacional de los Trabajadores, junto al mar, tomando el sol y refrescándose en las aguas del Atlántico.

En Punta Umbría, una vez pasada la fría estación del invierno y las inclemencias del tiempo de la última quincena de abril, las sombrillas volvieron a ocupar posiciones en el paisaje costero. A lo largo de la mañana y las primeras horas de la tarde fueron llegando familias, parejas y grupos de amigos, portando sombrillas, sillas plegables, mochilas y neveras, estas últimas aquellos que tenían previsto pasar un intenso día de playa.

Entre los bañistas, en su mayoría onubenses, había extranjeros así como personas procedentes de otras provincias españolas, fundamentalmente madrileños, que aprovechan el puente, al 1 de mayo, Día de los Trabajadores, se une el 2 de mayo, Día de la Comunidad de Madrid, para vivir unas jornadas de sol y playa.Una pareja que se acercó hasta la playa para dar un paseo se sorprendió al ver la playa tan llena de gente. “Ni que fuera agosto”, señaló ella, que apuntó que “yo calor para ponerme un bañador no tengo”.

Jornada festiva en la playa.

Conforme llegaban a la concurrida playa todos buscaban un lugar adecuado en el que poner la sombrilla y colocar las toallas, para a continuación acercarse a la orilla para introducirse en el agua y darse un baño. Los pequeños se entretuvieron jugando con la arena, llenando los cubos con las palas y realizando hoyos en la zona más cercana a la orilla, así como bañándose y jugando con la pelota.

En los chiringuitos de la playa también se registró actividad. Los bañistas no dudaron en acercarse a estos establecimientos para tomar unas tapas o incluso degustar su menú.

Los aficionados a la pesca colocaron sus cañas en la orilla, había una hilera de ellas, y estuvieron pendientes, mientras pasaban un día de playa, por si picaba algún pez.

Todos ellos aprovecharon al máximo este día festivo, disfrutando junto al mar.