Una playa para todos
Una encuesta web trata de elegir 'La playa accesible de los fans' Cuatro onubenses compiten con otras del resto de España La playa de La Antilla ocupa el tercer puesto
No resulta nada fácil que una playa sea catalogada como accesible. Los requisitos para ello, incluso regulados normativamente en el caso de las playas urbanas en la Orden VIV/561/2010, de 1 de febrero, por la que se desarrolla el documento técnico de condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados. Art. 9 Playas Urbanas, hacen que cualquier zona de baño no pueda ser catalogada accesible para Personas de Movilidad Reducida (PMR) a menos que cumpla unos criterios bastante estrictos. No obstante, y aunque a juicio de usuarios de toda España, cuatro zonas de baño onubenses compiten estos días por ser la playa más accesible de España.
Se trata concretamente de las playas de Punta Umbría, Islantilla, Matalascañas e Isla Cristina, las cuales han sido seleccionadas junto a otras 44 de todo el litoral español por ThyssenKrupp Encasa, empresa líder en soluciones de accesibilidad, para optar a tal calificación en el marco de la II edición de la campaña La playa accesible de los fans cuyo objetivo es localizar la playa española mejor adaptada a personas con problemas de movilidad, así como impulsar este tipo de turismo para descubrir dónde pasar un verano libre de barreras.
Para ello, a través de redes sociales, en los muros de Facebook, Twitter, Google+ y las publicaciones de ThyssenKrupp Encasa, se abrió a principio de junio el plazo para solicitar la inclusión en dicho concurso de playas de todo el litoral español a través de las recomendaciones de sus propios usuarios. Tras esta primera fase, un total de 48 costas españolas fueron escogidas como candidatas para ser La playa accesible de los fans 2015, entre las que figuran las cuatro onubenses que ahora optan al galardón.
A continuación se abrió el 22 de junio el periodo de votación, por lo que todos los que deseen participar en el concurso dando su apoyo a la playa que considera más accesible de España puede hacerlo a través de la web www.laplayamasaccesible.es hasta el 24 de julio, dándose a conocer al día siguiente la playa ganadora, que será la que finalmente obtenga el mayor número de votos.
Por el momento, y a seis días de que se cierre el plazo para emitir el voto, las cinco playas onubenses no están mal posicionada, es más, dos de ellas ocupan el tercer y el cuarto puesto en el ranking. La playa de La Antilla (Lepe) ocupaba a 17 de julio el tercer puesto en la clasificación con 1.058 votos y la playa de Punta Umbría el cuarto puesto con 905 votos. Las otras tres playas están un poco más rezagadas, situándose en la mitad de la tabla, como la playa de Islantilla (Lepe e Isla) que ocupa el puesto número diecisiete con 201 votos y la playa de Isla Cristina (Isla Cristina) el puesto número veinticinco con 111 votos. La última playa de Huelva en el ranking es la de Matalascañas, que se sitúa en el puesto veintinueve con 76.
Según la empresa promotora de la iniciativa, tras haber recibido inicialmente "infinidad de solicitudes", al final "solo han pasado aquellas que cuentan con un proyecto real de eliminación de barreras y que apuestan por un turismo para todos", lo cual se traduce en que los ayuntamientos onubenses donde se asientan las cuatro playas seleccionadas (Punta Umbría, Lepe, Isla Cristina y Almonte), han apostado decididamente por la accesibilidad de sus zonas de baño y por tanto por un tipo de turismo nada desdeñable en los tiempos que corren.
Según la normativa, para que todas las personas, incluyendo aquellas con discapacidad, puedan disfrutar de la playa y del baño, es necesario que ésta tenga unas instalaciones que faciliten su utilización a PMR. Así, complementariamente a las condiciones de accesibilidad, también deben preverse una serie de servicios dirigidos a las personas con necesidades especiales, que en el caso de las playas urbanas debe cumplir con los criterios expuestos en la Orden, que regula aspectos como el acceso al entorno de la misma, para lo cual debe existir un estacionamiento próximo con plazas reservadas para PMR. En caso de ser una playa urbana debe existir además un medio de transporte público accesible por el que pueda accederse.
Otros aspectos hacen hincapié en la señalización, ya que la playa, sus equipamientos y servicios deben contar con paneles de señalización que faciliten su ubicación e identificación desde el entorno urbano más próximo. Así, en ellos debe indicarse cuál es la dirección hacia la playa, el recorrido y los servicios e instalaciones de que dispone. Cuando la playa sea muy larga también se indicarán y distinguirán los puntos de servicio accesibles para todas las personas.
En cuanto a la acera, paseo marítimo o cualquier otra vía destinada al tránsito peatonal colindante a la playa, así como los accesos a la arena, deben tener un ancho libre de paso mínimo de 1,20 metros para permitir el paso de una silla de ruedas. Cuando deba hacerse un cambio de dirección el espacio libre de giro mínimo debe ser de 1,80 metros de diámetro, mientras que la altura libre mínima de paso será de 2,20 metros, no estando permitidos elementos volados que constituyan un riesgo para personas con discapacidad visual. El pavimento debe ser homogéneo y antideslizante, sin resaltes, desniveles o escalones aislados. En este sentido los accesos a playas con desniveles deben salvarse por mediación de rampas accesibles con determinados porcentajes de desnivel en función de su longitud.Para acceder a la zona de baño debe haber sobre la arena pasarelas hechas con materiales que tengan un coeficiente de transmisión térmica adecuado para caminar descalzo. Éstas infraestructuras serán de tipo fijo en el tramo de playa que queda por encima de la línea de la pleamar y se complementará con tramos no fijos para alcanzar la orilla. Su ancho libre de paso debe ser de 1,50 metros y su inclinación no superará el 6%. Igualmente antes de la cota de pleamar la pasarela comunicará con una superficie horizontal de, al menos, 2,50 metros de longitud por 1,80 metros de ancho, reservada para usuarios de silla de ruedas, el cual debe tener una zona de sombra con sombrillas y hamacas que permitan la estancia prolongada de los usuarios, y donde podrá realizarse la transferencia desde la silla de ruedas a la anfibia.
Lógicamente los vestuarios, aseos y duchas de la playa deben estar adaptados a su uso por una PMR de forma autónoma, así como los socorristas y el personal de apoyo debe estar adecuadamente formado en la atención a personas con discapacidad. Y es que éstos deben acompañar a las personas con discapacidad a la hora del baño, así como facilitar el uso de muletas y sillas anfibias.
Finalmente para que sea accesible, la playa también dispondrá de ayudas técnicas para personas con discapacidad, como es el caso de sillas y muletas anfibias, chalecos y aros de flotación, grúas para la transferencia de la PMR desde la silla de rueda a la silla anfibia, líneas de boyas en el agua perpendiculares a la playa y dispositivos acústicos de ayuda al baño para personas con discapacidad visual.
"Tenemos puesta mucha ilusión" en esta nueva edición del concurso, explica Belén Galán, Responsable de Marketing y Comunicación de ThyssenKrupp Encasa. Y es que, según sus palabras, "creemos que vamos a superar la participación con respecto al año pasado". Además, asegura que la iniciativa cuenta con un "gran apoyo" por parte de los municipios costeros donde se asientan las playas candidatas, y sus habitantes.
Finalmente, la empresa promotora de la iniciativa impondrá una bandera como reconocimiento a los servicios de accesibilidad mejor valorados por los 'fans', así como por el esfuerzo de su Ayuntamiento en trabajar para que cualquier persona pueda disfrutar de actividades de ocio y tiempo libre sin limitaciones. Además, el premio cuenta con una dotación en material accesible para la playa valorado en 1.000 euros.
La playa de La Arena en Isla (Cantabria), con 22.535 votos, se alzó en la primera edición con el galardón Mejor playa española accesible, que se simbolizó a través de la Bandera de la Accesibilidad. Una bandera que ha estado ondeando en su costa como reconocimiento a los servicios de accesibilidad mejor valorados por los fans.
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