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Las lluvias de diciembre, insuficientes para la recuperación de la marisma

Las lluvias de diciembre, insuficientes para la recuperación de la marisma.

Las lluvias de diciembre, insuficientes para la recuperación de la marisma. / Julián Pérez

Las abundantes lluvias del pasado mes de diciembre no han sido suficientes. La marisma no se ha recuperado y se encuentra seca y con una biodiversidad muy mermada, según ha constatado Ecologistas en Acción en una visita realizada recientemente al espacio natural.

Ante esta situación, desde la organización conservacionista, se evidencia la necesidad de adoptar "actuaciones urgentes" encaminadas a "recuperar aportes hídricos a la marisma, si se quiere mantener Doñana con un mínimo de biodiversidad".

En un comunicado, el portavoz de Ecologistas en el Consejo de Participación de Doñana, Juan Romero, ha apuntado que el Guadiamar era el río de Doñana, aportando hasta el 60 % de las aguas que llegaban a las marismas del Parque Nacional, sin embargo, "las transformaciones para la puesta en cultivo de miles de hectáreas al norte del Espacio Natural, mermaron drásticamente sus aportes mediante la desconexión con el río del conocido como Caño Guadiamar que llevaba aguas hasta el corazón de la marisma".

Desde entonces, ha añadido, este Caño "se encuentra seco la mayor parte del año al recibir exclusivamente los aportes de agua de lluvia que caen sobre el mismo".

Romero ha manifestado que la situación en los últimos años ha ido a peor, las merma en las lluvias y la sobreexplotación del acuífero, limitan aún más la presencia de aguas en la marisma; "ya no bastan los 200 litros caidos en diciembre para revertir la situación de sequía extrema que se viene arrastrando desde hace años, sequía que no es meteorológica, sino debida a la derivación de aguas a actividades ajenas a la conservación del Espacio Natural", ha precisado.

En su opinión, se confirma "la imperiosa necesidad de recuperar aportes hídricos mediante una actuación ambiciosa que pase por la recuperación de los ecosistemas ligados a estos cauces, que no puede limitarse, por tanto, a canales de conducción de aguas, sino a la renaturalización del espacio para conseguir sí más agua, pero también de mejor calidad y que sirva para el desarrollo de dinámicas fluviales que amplíen las zonas inundables actualmente desecadas y que permitan entradas masivas en momentos de avenida que limpien de sedimentos la colmatada marisma actual, favoreciendo el libre intercambio con el río Guadalquivir".

A modo de "última esperanza", ha abundado, aparece una referencia a esta restauración en el proyecto de plan hidrológico: "En la última versión que conocemos se habla de la adquisición de terrenos con derechos para la recuperación de las masas de agua en la zona de Doñana, con una inversión prevista de 100 millones de euros, y una inversión total de 370 millones de euros para el denominado Programa Marco de Doñana, esperemos se usen con determinación y ambición en base a exclusivos criterios ecológicos".

"Sin esta ambición en las actuaciones de recuperación del Guadiamar como río de Doñana este espacio estará condenado a su extinción como reservorio de buena parte de la biodiversidad europea que le ha hecho merecedor de las más estrictas figuras de protección", ha concluido.

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