Isabel Elena Santana Falcón: Gran arqueóloga que vela por los Bienes de Interés Cultural como nuestro Dolmen de Soto
Ahora Isabel forma parte del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, donde está trabajando en el Laboratorio del Paisaje
Tuve mucha suerte de conocer a Isabel, porque es una persona con la que da gusto estar por su cariño, sus conocimientos, su cultura y su conversación sobre cualquier asunto.
La conocí aquí en Punta Umbría no hace mucho porque ella vino a vivir a mi mismo edificio con Mariló, su amiga y compañera inseparable y que es de una categoría humana sinigual.
Isabel Elena nació en 1961 en Las Palmas de Gran Canaria, donde su padre era comerciante. Son cuatro hermanos, dos chicos y dos chicas, siendo ella la menor, pero con gran diferencia en el tiempo, ya que ella nació 15 años después.
Estudió el bachiller en colegios de Las Palmas y también en Sevilla, a donde se fue a vivir a los 7 años debido a problemas de salud, ya que en la capital hispalense había y hay muy buenos especialistas y además tenía allí a su hermana, que estaba terminando la carrera de Medicina.
Poco a poco, con tantas visitas a Andalucía se enganchó a esta tierra sinigual y ya definitivamente se quedó a vivir aquí, sin olvidarse nunca de su tierra natal, a la que quiere con toda su alma, aunque ahora se siente andaluza de adopción y también por devoción.
Una vez acabado sus estudios de bachiller se matriculó en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Sevilla para posteriormente hacerse arqueóloga. Y así ha sido desde el año 1990, cuando ingresó en la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en la Delegación Provincial de Sevilla, hasta el año 2010, que pasó a la Dirección General de Patrimonio Histórico, velando por los Bienes de Interés Cultural (BIC) y también, naturalmente, por los bienes arqueológicos, como son los ricos Dólmenes de Antequera o el no menos importante e impresionante Dolmen de Soto, situado en el término municipal de Trigueros, en nuestra provincia de Huelva, rica en dólmenes; o los restos de la ciudad califal de Córdoba, que muestra el esplendor andalusí.
Isabel ha realizado multitud de intervenciones arqueológicas y también ha redactado proyectos e informes de forma apasionada, pues cada trabajo que realizaba disfrutaba con él, igual que yo estoy disfrutando esta breve semblanza sobre su vida.
Ahora Isabel forma parte del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico, donde está trabajando en el Laboratorio del Paisaje, que es un departamento dedicado a los paisajes culturales de Andalucía, como por ejemplo la maravillosa Peña de los Enamorados de Antequera, sin duda un lugar para visitar; o Sanlúcar de Guadiana y El Granado, en la frontera del río Guadiana con Portugal, otro paisaje que los onubenses tenemos al alcance de la mano.
Con esa trayectoria tan notable, Isabel no tiene nada que envidiar al gran arqueólogo alemán Adolf Schulten, lo que pasa es que ella es muy modesta y él muy embustero y fantasioso, como ya he contado en alguna ocasión.
Y para terminar, hago una pequeña referencia a su vida privada para contar que es tremendamente feliz gracias a estar casada con Mariló, una mujer extraordinaria y estupenda a quien también tengo el placer de conocer y tratar.
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