Para hacer una valoración global de los 50 años del Parque Natural, presidente del Consejo de Participación, Miguel Delibes, indicó que Doñana "es menos salvaje" que cuando se fundó el espacio, pero cuenta con "normas más estrictas para conservarlo".

En este sentido, subrayó que existen más áreas transformadas a la par que existen normas de carácter local, autonómico, estatal, europeo y mundial –con la Unesco– que protegen a corto plazo la conservación del parque, aunque asevera que del cambio climático y de la contaminación es mucho más difícil protegerlo. Además, se mostró conciliador sobre el tema del agua para decir que el Plan de Regadíos de la Corona Norte siempre tendrá que ser consensuado entre las partes interesadas. Sobre el futuro de Doñana, vaticina que siempre estará cambiando y se muestra confiado al decir que "existe normas y voluntad para conservarlo".

De otro lado, los representantes de Ecologistas en Acción y de WWF, Juan Romero y Juan José Carmona, respectivamente, remarcaron la importancia del agua para Doñana. Así, exigieron a la Consejería de Desarrollo Sostenible "leyes y filtros" para proteger Doñana de esta y otras amenazas.

Otro punto a tener en cuenta son las infraestructuras viarias en el parque con la carretera Huelva-Cádiz, "que se descartó hace 20 años con la SE-40", matizó Carmona, y que solo supone un ahorro "de 15 minutos" de tiempo para una inversión de "más de 2.000 millones de euros" y con un impacto ambiental muy alto.

En la misma postura se mantiene el delegado andaluz del Gobierno central, Lucrecio Fernández, quien tilda el proyecto de "descabellado", por lo que anunció ayer una postura "beligerante" del Estado respecto de este asunto.