El asesino asestó más de 40 puñaladas a Miguel Ángel Domínguez y a su hija
La investigación concluye que el autor no esperaba que la niña estuviera en casa. El detenido confía en que la juez autorice su libertad La defensa agotará los plazos para recurrir la prisión.
Se levanta el velo sobre parte de las actuaciones del doble crimen de Almonte (el resto sigue siendo secreto), en el que perdieron la vida el 27 de abril del año pasado Miguel Ángel Domínguez y su hija. Las partes personadas en el caso han podido acceder -con la autorización de la juez del Primera Instancia e Instrucción 1 de La Palma del Condado- a los datos de la inspección ocular de la escena del asesinato, a los resultados de las autopsias de las dos víctimas y a los testimonios que los investigadores han ido recabando durante estos 14 meses para tratar de esclarecer el caso.
El escenario del crimen es dantesco. La sangre impregna cada rincón de las estancias en las que aparecieron los cuerpos acuchillados de padre e hija. Cada uno yacía en su habitación y las conclusiones apuntan que Miguel Ángel falleció primero y la pequeña, después. Fuentes del caso refirieron a Huelva Información que el autor del asesinato llegó a asestar más de 40 puñaladas tanto al adulto como a la menor. Por ello se mantiene la hipótesis del crimen pasional, por la reiteración, la obcecación. Este diario ha podido saber que existe un arma blanca con restos biológicos (de sangre) que podría ser la utilizada en el brutal asesinato.
El ensañamiento fue extremo. Con ambos. Y eso pese a que el informe de la investigación mantiene que el asesino no sabía que la niña estaba en la vivienda del número 3 de la avenida de Los Reyes en el momento del delito. Es decir, que su muerte fue una suerte de daño colateral. La chiquilla debió reconocer a quien mató a su padre y éste decidió arrebatarle la vida. Sin escrúpulos.
La defensa del único imputado hasta ahora por el doble crimen, F.J.M.R. -preguntada al respecto por este diario - indica que el joven almonteño sí estaba al tanto en todo momento de dónde estaba la menor. Sabía que sus abuelos maternos se la habían entregado a su padre aquella noche de sábado, ya que, aunque mantenía en secreto la relación con la madre de la niña, Marianela Olmedo, "estaban en constante contacto telefónico y ella lo informó". En la jornada del 27 de abril en el supermercado, como la mayor parte del tiempo que compartían en el trabajo, la pareja no se dirigió la palabra, proceder habitual en el disimulo de años de adulterio compartido. Luego, entre las 22:00 y las 23:00, llegaron a comunicarse por teléfono hasta en tres ocasiones.
El abogado defensor quiso remarcar que el ADN hallado en las toallas de los dos cuartos de baño de la vivienda de la avenida de Los Reyes no está en la escena del crimen y que hay trazas de otros perfiles genéticos sin identificar en el piso. Sobre otro de los indicios clave en las actuaciones, las pisadas encontradas en el inmueble y que pertenecerían al autor de los hechos, el letrado quiso aclarar que el dibujo de la huella no se corresponde con el de los zapatos intervenidos en el registro de la casa de los padres del detenido, ya que sí coinciden en la marca (Nike) y en el número, pero no con el modelo. En este punto, subrayó que la pisada localizada por la Guardia Civil corresponde a un 44,5 de pie, mientras que F.J.M.R. calza un 42 y el zapato requisado pertenece a su hermano. "Todo el mundo yerra y por eso la Fiscalía y la acusación particular dicen que es el mismo modelo, pero no es así", sentencia.
La defensa no presentará finalmente hoy el recurso de reforma contra el auto de prisión dictado el viernes por la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 1 de La Palma del Condado, que basará en "que no hay pruebas y en que todos los indicios que hay son circunstanciales", mientras que "se han desatendido otras pruebas mucho más constatables".
La magnitud de la documentación de la causa sobre la que ya no pesa el secreto es inabarcable. Tanto es así que el letrado adelantó a este rotativo que no es suficiente con los cuatro juristas que conforman su despacho, por lo que ha solicitado la colaboración de otro bufete de reconocido prestigio para poder hacer frente al análisis de los más de mil folios de procedimiento a los que ha podido acceder.
Por tanto, anunció que agotará los plazos legales para la presentación del recurso, una contrarreloj que expira el miércoles.
F.J.M.R. vive sus primeros días en la macropenitenciaría de Huelva con ganas de que se demuestre la verdad. Ha pasado "del hundimiento" de las primeras horas en el módulo de aislamiento a la digestión de la realidad. "Él sabe que el recurso tardará en tramitarse, por lo que se ha concienciado de que tendrá que estar allí un tiempo", señaló el letrado defensor, pero "sabe que es inocente y que es una cuestión de tiempo que lo dejen en libertad".
El detenido está más animado y pasa las horas acompañado de los presos sombra que tratan de hacerle más llevadera sus primeras jornadas entre rejas. Ya ha recibido la visita de sus padres y de su abogado y mantiene una buena relación con los funcionarios de prisiones. "Se está adaptando a la situación y tiene más tranquilidad".
Hoy se cumple una semana de la detención del imputado, que ingresó en el Centro Penitenciario de La Ribera en la madrugada del sábado. Su abogado recordó que no pudo asistirlo durante las primeras 50 horas de a rresto. Como novedad, agregó que los agentes de la Guardia Civil que lo interrogaron durante aquellos días "nunca le preguntaron por su culpabilidad, sino que le insistían en que contara algo sobre terceras personas".
La familia de Miguel Ángel Domínguez, por su parte, romperá hoy el respetuoso silencio que ha mantenido durante estos 14 meses a través de un comunicado.
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