Moguer se despertó ayer temprano. Cohetes volando a su cielo azul; olor a pólvora en el ambiente y sones de música por las calles anunciando el Día de la Virgen. No importó haber trasnochado la noche anterior en La Velá ni que esta cumpliera ayer su cuarto día de celebración y las gentes se han asomado a ver esa diana de música que anunciaba festividad grande en la localidad del poeta.

Como desde hace ya varios siglos desde que en aquel 1 de octubre de 1854 se le nombrara copatrona de la ciudad junto al patrón San José, Moguer ha vuelto a hacerlo otro 8 de septiembre en torno a su Virgen. Y como cada 8 de septiembre, con las campanas de su Iglesia de la Granada dejando volar su sonido al cielo de Moguer anunciando la hora para ver salir a Montemayor Coronada.

A las 20.30 horas la Virgen se asomaba al cancel de la Iglesia Parroquial de Moguer

Todo en su sitio preciso y a hombros de sus gentes; las que físicamente la llevan, sus costaleros y todos los que con su mirada acompañan metro a metro ese extenso recorrido con el que la patrona moguereña desenvuelve su lento paseo por las calles del pueblo que la venera. Plegarias musitadas casi en la misma orilla de los pliegues de ese manto rojo bordado en oro que la viste; velas encendidas tras ella; la alegría de quienes desde un poco más lejos del cortejo la siguen en su recorrido volvieron a poner ayer tarde imágenes a esta procesión.

José Manuel Alza el actual Hermano Mayor de la Hermandad de Montemayor recapitulaba poco antes de que diese comienzo la Función Principal sobre lo que ha significado esta velada para la hermandad que preside. “El resultado no puede ser otro que satisfactorio puesto que la afluencia de personas a todos los actos litúrgicos que se han celebrado como han sido esa novena y esta función de hoy han tenido una masiva respuesta en todo momento. Hay que entender que al contrario de otras ediciones esta vez la procesión ha ido casi al final de nuestra velada y en modo alguno ha servido de excusa para que todo Moguer haya honrado con su presencia a su patrona”, explicó el actual responsable de la hermandad.

Día intenso sin remedio en Moguer y siempre en torno a la Virgen de Montemayor. Primero con esa Función Principal como culminación de esa novena previa y que fue oficiada a las 11 de la mañana por el cura párroco José Manuel Raposo Hernández con una iglesia abarrotada de fieles y con la Hermandad Matriz moguereña recepcionando a autoridades, demás hermandades moguereñas y filiales montemayorinas venidas a estar presentes en uno de los actos troncales de la tradicional celebración mariana de septiembre.

A continuación, la habitual recepción oficial por parte de la corporación municipal a quienes participan de este emotivo día en ese precioso marco que significa siempre el claustro del Convento de San Francisco y que de alguna forma sirve para amortiguar ese tránsito hasta llegar a las 20.30 horas, momento grande en el que la imagen de la patrona moguereña con su tradicional manto rojo se asomaba ayer al cancel de la parroquia dejando multitud de escenas de fe, cariño y devoción por parte de su pueblo.

Patrona y alcaldesa perpetua de una fe que cada año se renueva a su paso por las calles del casco histórico. A su lado la representación de la corporación municipal con su alcalde Gustavo Cuellar, clero, hermandades y filiales con sus respectivos distintivos, el cortejo de mantilla y con Moguer hecho presencia en cada esquina significaron un año más esa muestra de fidelidad a la tradición y al inmenso respeto con el que ese pueblo se vuelca con su patrona. Aroma de nardos adornando su paso y a los sones con los que la Banda Sinfónica del Liceo de la Música de Moguer concretó el acompañamiento musical de una jornada que prácticamente abrocha las fiestas moguereñas en este septiembre de 2019. Montemayor y Moguer unidas en ese brillo especial que cada septiembre le pone a este pueblo.