Bajo un intensísimo aguacero, y en algunos casos tras casi una hora y media de espera, los vecinos de Nuevo Portil comenzaron a recibir durante la tarde de este lunes, en medio de una enorme indignación, el agua embotellada que ha empezado a suministrar Aqualia tras declarar por la mañana la Junta de Andalucía no apta para el consumo humano el agua de la red al haberse detectado en ella valores de trihalometanos superiores a los establecidos en la norma para este parámetro químico.

Y es que, a pesar del fuerte chubasco, los numerosos vecinos que se dieron cita en el punto indicado por el Ayuntamiento de Cartaya y por la empresa para la distribución del agua -la plaza Pedro de Almagro de dicho núcleo costero-, se organizaron en una ordenada cola en la que se iban acercando al camión que transportó las botellas.

Dada la situación, el presidente de la Asociación de Vecinos Portileños, Prudencio Serrano, reclamó a primera hora de la mañana de este lunes más información por parte de las administraciones con competencia en la materia, así como de la empresa responsable del suministro en el municipio.

Igualmente quiso poner de manifiesto la indignación de los residentes en la zona, en primer lugar por el "incumplimiento" del horario anunciado para el reparto de agua embotellada, que fue de 16:00 a 18:00 de la tarde, y que "realmente se inició más de una hora después"; así como también por la "escasa" cantidad de agua que se repartió entre los vecinos que acudieron al parque Pedro Almagro, a los que se suministró "entre una y dos botellas de cinco litros".

El representante vecinal también lamentó la "situación tercermundista" que se vivió en el reparto, "en medio de la calle y bajo una intensa lluvia", lo cual llegó a comparar con las "colas del hambre"; así como la "escasa información" que sobre la situación recibieron los vecinos que llamaron al teléfono de atención al cliente de la empresa suministradora.

Por último puso de manifiesto que ayer por la tarde "se agotó el agua embotellada en los supermercados de la zona", por lo que lamentó que aquellos vecinos afectados que se vieron obligados a comprar agua "tuvieron que desplazarse a poblaciones vecinas".