Ecologistas otorga la Bandera Negra a cuatro playas y a la ría de Huelva

Ecologistas en Acción de Huelva hace pública, un año más, la concesión del distintivo Banderas Negras, queriendo contribuir de esta manera a la recuperación y conservación de las cualidades naturales de nuestro litoral. Las banderas negras reflejan impactos de mayor gravedad mientras que con los puntos negros denunciamos impactos significativos, pero de menor gravedad. En esta ocasión las banderas negras son para Isla Canela (Ayamonte), El Portil (Punta Umbría y Cartaya), Punta Umbría, la ría de Huelva y Matalascañas.

Los ecologistas han otorgados estos distintivos con la información ambiental proporcionada por la Delegación Provincial de Huelva de Medio Ambiente de los datos de las analíticas de las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR) de Huelva, correspondientes a 2012, ya que "siguen sin llegar los comprometidos del año pasado".

Teniendo en cuenta los últimos datos disponibles y las "evidencias recogidas por los voluntarios" destacan casos como los de Isla Cristina que "vierte aguas residuales sin tratamiento adecuado a espacios marismeños protegidos" o Palos de la Frontera, "sin depuración de aguas residuales desde hace años". Según ecologistas, en los datos de análisis recibidos de las depuradoras de La Antilla, Mazagón y Matalascañas hay "mayoría de no conformidades en los principales parámetros que marca la legislación".

La privatización de la gestión de las aguas residuales en toda la costa onubense "da como resultado que no mejora la calidad del agua vertida, a pesar de que suben las facturas".

Los conservacionistas indican que en el litoral onubense, las intensas corrientes y mareas reducen los riesgos sanitarios, pero "hay que empezar a considerar y estudiar los efectos de la contaminación orgánica sobre los ecosistemas marinos y marismeños de cuya gran biodiversidad dependen los recursos pesqueros y la pervivencia de numerosas especies marinas".

También señalan la proliferación de chiringuitos, mayores, más estables y con más espacios ocupados por sombrillas y hamacas que junto a las de las instalaciones hosteleras y la ocupación realizada también por algunas actividades deportivas que impiden el uso público de grandes zonas de las playas.