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Las Asociaciones de Mariscadores de Huelva y Ayamonte "acatan" la veda de la coquina

  • Los colectivos se desmarcan de la postura de otros coquineros que salen a diario a faenar

Patrullas de la Guardia Civil realizan un control a mariscadores de la coquina.

Patrullas de la Guardia Civil realizan un control a mariscadores de la coquina. / Jordi Landero (Ayamonte)

Las Asociaciones de Mariscadores de Huelva y de Ayamonte –Amaya-, se han desmarcado de la postura que en los últimos días están manteniendo otros colectivos onubenses que representan a profesionales dedicados a la captura de la coquina a pie, los cuales están desafiando a la Junta de Andalucía saliendo a diario a faenar pese a la veda impuesta para el presente mes de septiembre por las autoridades pesqueras.

Así lo señalaron ayer a Huelva Información Juan Antonio Rodríguez y Juan Grao, presidentes de la Asociación de Mariscadores de Huelva y de Amaya, respectivamente, quienes se mostraron partidarios de solucionar los problemas que atraviesa el sector de forma “respetuosa” con la normativa, y mediante el “diálogo” y el “consenso”, pese a que resulte “excesivamente lento”.

El presidente de la Asociación de Mariscadores de Huelva, con sede en Moguer y que representa a una quincena de profesionales con licencia para la captura de coquina a pie de municipios como Lepe, Huelva. Aljaraque o la propia Moguer, entre otros, indicó que “nosotros nos desmarcamos de una actitud que nos perjudica”. “Si estamos en periodo de veda, hay que respetarlo”, aseveró Rodríguez, quien se manifestó “totalmente en contra de estar enfrentados con la Guardia Civil y con la Delegación”.

Juan Grao, de Amaya, que representa a medio centenar de mariscadores, se manifestó en la misma línea que el anterior y señaló que “pese a que inicialmente nuestra postura fue contraria a la veda de septiembre, no tenemos más remedio que ponernos de acuerdo y acatarla y aceptarla”.

Grao también quiso dejar claro el posicionamiento de su asociación, que definió “contrario a posturas radicales”, e insistió en actuar “por consenso”, para lograr un “beneficio común para todos los mariscadores de la provincia de Huelva”. El presidente de Amaya insistió finalmente en que “pese a que discrepamos de esta veda, no nos queda otra que acatarla”.

Los colectivos de mariscadores que están desafiando a la Junta y que están saliendo a diario a faenar pese a la veda impuesta aseguraron a principios de esta semana a Huelva Información que lo hacen porque es una cuestión de supervivencia por la continua pérdida de jornales, y porque desde el pasado 24 de agosto está prohibido coger el bivalvo al estar el caladero en reposo para su regeneración.

Inicialmente la veda se estableció para un período de dos meses seguidos, concretamente en mayo y junio, pero fue modificada y se fijó para este año entre el 1 y el 31 de mayo, y entre el 24 de agosto y el 23 de septiembre.

La Junta argumentó que el cambio había sido una petición del sector y que debía mantenerse el total de dos meses de parada, según aconsejan los informes de asesoramiento científico para preservar la conservación de la especie y la actividad de los mariscadores, pero que debía hacerse de forma escalonada y permitiendo poder trabajar en junio, cuando la coquina aumenta su valor por el incremento de la demanda por la afluencia turística en las playas.

Varias asociaciones de mariscadores de la coquina de Huelva, Sevilla y Cádiz firmaron con la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible el cambio de la veda de esta especie, teniendo en cuenta que en lo que va de año han tenido que interrumpir su actividad en varias ocasiones por el cierre de las zonas de producción motivado por la presencia de toxinas.

Lo rubricaron todas menos de la onubense de Nueva Umbría, según la cual lo hicieron con el compromiso de la Administración de poder mariscar en las dos zonas de Doñana (inicialmente están previstas 160 licencias), reservadas ahora para unos pocos, y además de reducir la veda a un mes.

En este contexto, los coquineros de Huelva continúan aún a la espera de conocer cuándo podrá acceder a la zona restringida en la que solo pueden faenar los de Almonte, Hinojos, Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), Villamanrique, Pilas y Carrión (Sevilla).

Mientras tanto, algunos mariscadores decidieron no respetar la veda y seguir con el trabajo diario. Lo hacen, aseguraron por una cuestión de resistencia a abandonar este trabajo, porque acumulan pérdidas no solo por el último mes de parada obligatoria, sino también por el cierre intermitente del caladero por la presencia de la toxina DSP y, porque además, las capturas en las zonas donde faenan cada vez son más escasas (no ocurre lo mismo en Doñana).

Éstos denuncian que su situación es insostenible debido también al marisqueo ilegal y a los bañistas, que durante el verano capturan masivamente bivalvos, de ahí la necesidad de no respetar la veda.Así, a plena luz del día, siguiendo las mareas, a diario salen a faenar. Desafiando a la Junta de Andalucía, jalonan la costa onubense sobre todo desde Isla Canela a Punta Umbría para “poder llevar a sus casas el sustento para sus familias”.

Los dos meses de parada suponen “un nuevo varapalo para las maltrechas economías de los mariscadores” y recordaron que en tiempo de veda los coquineros deben seguir pagando el sello de la licencia, a pesar de no poder faenar y de no contar con esta fuente de ingresos, la única que tienen muchos de ellos, ya que éste es su trabajo de toda la vida. También que no reciben ningún tipo de ayuda, como otros sectores pesqueros, de ahí que para poder “mantener” su economía familiar hayan decidido no respetar la parada sin temor a las sanciones, por la “situación límite”. Alguno cuenta con multas por valor de 170.000 euros, una cantidad que no podrá pagar.

La Asociación Nueva Umbría sostiene que con un mes de veda sería suficiente de aplicarse una regulación adecuada y así lo solicitaron, aunque su petición no ha sido atendida.

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