Un nuevo curso político que no debe ser gratuito

Desde la llegada al Gobierno, el PP andaluz se ha destacado por practicar una buena ortodoxia presupuestaria, es bueno que así siga siéndolo

Esta semana comienza un nuevo curso político que, en el caso andaluz, es el último de esta legislatura, la primera del Ejecutivo del PP y de Ciudadanos después de casi cuatro décadas de gobiernos socialistas. El presidente de la Junta, Juanma Moreno, ha expresado su voluntad de agotar el mandato, porque no hay razones de peso para acortar la legislatura y llamar a los andaluces a las urnas. Es bueno que así sea, porque es síntoma de estabilidad. Las tensiones son inherentes a los sistemas democráticos, y es normal que haya problemas entre socios de coalición y aliados parlamentarios, porque son de esos disensos con los que se construyen acuerdos globales más allá de la voluntad de los partidos gobernantes. El Gobierno andaluz aún debe aprobar un paquete legislativo, del que la nueva ley de Suelo nos parece lo prioritario. Hay que considerar que el texto actual surgió de un contexto de crecimiento desmesurado del sector de la construcción e inmobiliario, y en buena parte limitaba las expansiones urbanas. No se trata de fomentar un urbanismo sin control, pero hay que acabar con la confección de planes generales que consumen hasta una década en ser aprobados. Por ello, no sólo el PP y Ciudadanos desean este cambio, sino que la mayor parte de los alcaldes socialistas apoyaron estas reformas. El otro hito legislativo son los Presupuestos de la Junta de 2022. Andalucía necesita esas cuentas. Desde que llegó al Gobierno, el PP se ha destacado por una buena ortodoxia presupuestaria y es necesario que así siga siendo hasta el final. Es cierto que Vox está planteando problemas para dar su apoyo, pero así ha ocurrido desde el inicio de la legislatura. Siempre ha amagado con no aprobar las cuentas, pero nunca ha faltado su apoyo después de conseguir algunos hechos más simbólicos que profundos. Lo normal es que PP y Ciudadanos exploren el parecer de Vox como aliado preferente, porque este partido es el que ha sujetado la legislatura, pero el PSOE de Juan Espadas también parece dispuesto a dialogar con el Gobierno andaluz más allá de las buenas y huecas palabras. 2022 aún será un año de recursos, no debe haber más problemas para aprobar las cuentas.

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