EDITORIAL
Daño al Estado
EDITORIAL
La sanidad es el principal problema que afronta el Gobierno andaluz de Juanma Moreno. Y uno de los que puede provocar un mayor desgaste de su gestión después de siete años, aunque las encuestas todavía lo reflejan y pronostican que conserva la mayoría absoluta. El goteo de quejas de usuarios y profesionales ha sido constante durante los últimos años. Los esfuerzos de la Administración para atajar las deficiencias tampoco han ofrecido hasta ahora unos resultados palpables. Quizá por eso la consejera de Salud ha querido transmitir, días antes del comienzo oficial de las vacaciones, un mensaje tranquilizador sobre la evolución de las listas de espera para operarse en Andalucía. Según sus datos, desde que se implantó el Plan de Garantía Sanitaria, en febrero de este año, hay un 14% menos de enfermos que aguardan una intervención quirúrgica. Pero todavía suman más de 122.000. Y se registra un descenso del 57% de pacientes que se hallan fuera del límite que se impone la propia Administración autonómica para las demoras en pasar por un quirófano. De poco más de 53.000 enfermos en diciembre de 2023 a casi 23.000 ahora. Rocío Hernández sitúa esta comparativa con los datos de hace año y medio, los últimos conocidos, según la titular de Salud, antes de la puesta en marcha del citado plan de actuación de febrero. La Junta también ha resaltado que el sistema sanitario asume 1.239 operaciones cada día, un 86% las realiza el Servicio Andalucía de Salud y el resto los centros privados con los que se mantienen conciertos. La mejora también abarca a la primera consulta tras la derivación desde la Atención Primaria. Datos positivos con los que el Ejecutivo autónomo espera un respiro, ante unos meses de verano en los que la gran afluencia turística y el cierre de camas y de centros de salud por las vacaciones de los profesionales sanitarios tensionan aún más los servicios. Pasos en la buena dirección.
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