Apertura al Este

Tras los buenos resultados de su último viaje oficial a China, en el que logró captar la atención del gigante asiático sobre las posibilidades de inversión en la región, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, repite la apuesta en Japón, en lo que parece una ofensiva comercial dirigida al Este en unos momentos en los que la política arancelaria impuesta por Donald Trump obliga a las economías más dinámicas a buscar nuevos mercados. En este sentido, el presidente andaluz cumple con una obligación institucional y política al convertirse, como él mismo ha dicho, en el principal comercial de Andalucía para abrir nuevos caminos a las empresas de la región. Tendrán que ser luego las propias empresas las que conquisten esos mercados potencialmente muy interesantes. Igual de importante es que se puedan canalizar hacia Andalucía inversiones de países tecnológicamente muy avanzados y para los que el sur de Europa tiene un interés estratégico. Moreno hace lo que han hecho en los últimos meses otros presidentes autonómicos, como el catalán Salvador Illa. Carece de sentido que se intente convertir estos viajes en un argumento de lucha partidista y se digan cosas tan peregrinas como que el presidente Moreno se va de vacaciones a Japón con el dinero de los andaluces. Este tipo de viajes, que han estado siempre en la agenda de los presidentes de la Junta desde los tiempos de Rodríguez de la Borbolla, deberían estar fuera de la controversia. Puede que sus resultados no sean espectaculares en el corto plazo y que algunos anuncios de inversión o conexiones aéreas no lleguen a concretarse. Pero caben pocas dudas de que la proyección internacional solo puede traer beneficios para Andalucía. Que la Junta haya puestos sus ojos en Asia es una apuesta estratégica que va en consonancia con el ritmo cambiante en el que se desarrolla vida económica y social en todo el mundo.