Triunvirato en La Mareta

No hace falta ser un estudioso de la Historia sino, simplemente, recordar lo que nos enseñaron en aquel Bachillerato que culminaba en el Preuniversitario, con tampoco hay que ser muy original para establecer un cierto paralelismo – salvando las distancias – entre el primero Triunvirato romano y el espécimen fabricado en días pasados en La Mareta, pero del que no tengo dudas, se plantean similitudes de índole personal y de pretensiones, repito salvando las distancias en lo que a referentes históricos y consecuencias, así como de capacidades, me permito decir, entre los componentes de este “triunviro” del siglo XXI.

Elucubremos, pues, en aquella Roma, Julio César a lo Pedro Sánchez, Zapatero e Illa, pero si coincidían en la fórmula de establecer un vínculo informal que, bajo la sombra del Poder actual, le permita a cada uno consolidar su posición individual del momento.

En semejanza a los romanos, a los de hoy, no les falta ambición, autoconvicción de ganadores y habilidades manipuladoras y demagógicas, sustentadas en discursos vacos: “nos conviene que haya tensión”; “los parados, no son parados son personas que se apuntan al paro”; “la Tierra no pertenece a nadie, salvo al viento…” ZP, dixit y con aceptación mediática. Sin olvidar, sus postulados fracasos ideológicos, tal cuales son su Alianza de Civilizaciones y sus esfuerzos multilateralistas adornados con asesorías a dictadores o prófugos, como parece venir en su denodada lucha por obtener un Nobel de la Paz a semejanza de su admirado Obama, cual Pompeyo triunfante. Del señor Illa, qué decir, pues que aporta el soporte político de un territorio fundamental, siempre insatisfecho, para la obtención del Poder y tiene el perfil necesario de cinismo para hablar y pedir solidaridad o plantear rigor de actuaciones políticas, cuando en la crisis pandémica, aseguraba decisiones de los expertos miembros de un comité inexistente. Queda dicho todo para estar al servicio del César sanchista, cual Craso romano, con una función consolidadora del inquilino monclovita.

Y, por fin, el César. Decía el otro día que después del Guerra “naide”, pues después del contubernio, lo veremos en el otoño, diseñado en La Mareta, el “naide” mantiene su vigencia. El “relato, de momento, le sigue funcionando, da igual lo que diga el informe GRECO, el ataque al “dumping” que solo referente en quien lo aplica, no es en caso alguno, ni un cupo ni una singularidad, lo único llamativo es que el Gobierno tiene una realidad paralela y tacha de deslealtad, lo que sus propios afines rechazan.