Sí, efectivamente: no son mis obras completas sino Mis sobras completas. Un título que responde al talante de su autor. A veces uno disfruta de ese placer impagable que es la sorpresa que te llega en forma de libro. Y esa fue la que me deparó mi viejo amigo Francisco Javier Hernández Bañares, Javier Bañares para sus más fervientes amigos y como firmaba de antiguo cuando escribía para la radio. Una radio en la que debutábamos hace ya muchos, muchísimos años, unos cuantos jóvenes, quizás excesivamente jóvenes y precoces, pero que nos atrevíamos a irrumpir en las ondas con ciertos retos inéditos en ese ámbito de la comunicación. Sirva de ejemplo aquel programa en la antigua Cope, que Javier escribía sobre jazz, montaba y realizaba Ricardo Bada, otro gran profesional radiofónico y gran escritor, y que yo presentaba. Se llamaba Madera, metal y percusión. Era un compendio de saber y estilo sobre la música de jazz, cuya emisión entonces constituía toda una osadía.

De esa memoria de la radio que hacíamos aquel grupo en Huelva hay toda una ilustrada e ilustrativa narración en el libro Revista Camino: una crónica sentimental, que Javier Bañares publicó en noviembre de 2015. Transcribía, además de la impronta sutil y creativa del autor, su ingeniosa agudeza para recrear una época irrepetible en la que, como Javier escribía, "Huelva pudo asistir al nacimiento y desarrollo de un colectivo juvenil que trajo una refrescante manera de aproximación a la cultura". Con ese mismo estilo, con ese aparente desenfado literario, ahora nos deleita con Mis sobras completas: Relatos para reír y pensar (Ediciones Ondina), con cuya lectura se conjugan gozosamente ambos verbos, porque uno y otro resultan inevitables y perennes mientras se siguen con impagable placer los pasajes de esta radiante publicación.

Ha sido una lástima que Javier Bañares no haya podido dedicarse por completo a la radio, en la que inició y practicó una experiencia extraordinariamente brillante. Pero entregándose de lleno a la dirección empresarial por derroteros muy distintos, no ha dejado de escribir y de prodigar esa muestra fecunda de su creación literaria, fruto de su capacidad para ejercerla con fidelidad, originalidad, fruición, exquisitez y más que demostrado ingenio. Fruto de ello son estas "sobras literarias", en las que el mismo título augura la perspicaz ironía de los relatos. Como asegura Carmen Silva, académica correspondiente de la Real Academia de Córdoba de Nobles Letras y Bellas Artes, en su presentación: "Javier Bañares siempre escribe en serio aunque sus trabajos nos produzcan la sonrisa irónica que acompaña el descubrimiento de sus realidades" y acierta cuando afirma que el libro es "digno de competir con obras de Fernández Flores, Oscar Wilde, o el más irónico y fantástico del mundo literario, Fran Kafka". En suma disfrutamos de un ágil ejercicio de ingenio, buen humor, sarcasmo y vivaz ironía, más allá de lo "literariamente correcto".

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