Seamos eclécticos

Verán que comienzo con una petición, lógicamente dirigida al ciudadano de a pie que, aunque tenga ideas propias, no tenga militancia efectiva ni dependencia más allá que la búsqueda de lo mejor para España y comprometido con la recuperación de la ética, los valores, la honestidad… en el servicio público para mejorar la calidad de vida y la convivencia equitativa entre ciudadanos y territorios, además de en libertad.

Ya decía Ciceron que “para ser libres hay que ser esclavos de la Ley”. Si esto es un principio inexcusable para los ciudadanos, aún más, para los servidores públicos.

Por ello, apelo al “eclecticismo” que nos invita a posicionarnos de manera intermedia, de conciliación, de equidistancia, de moderación… frente a tanto radicalismo, polarización, incertidumbres… generadas por afanes identitarios, relatores protagonistas de una hipotética victoria para organizar el futuro a su medida, por muchos instalados en una autodeclarada superioridad moral para apropiarse, del lugar correcto de la historia, en un tiempo en el que no hay sitio democrático, ni para nostalgias superadas por las libertades establecidas, como tampoco “conquistas al asalto” de los cielos…

Necesitamos, pues, un ejercicio de catarsis colectiva cimentada en la convicción que puedan producir alternativas claras, reformistas e instaladas en el respeto al sistema y sus instituciones, así como unos “contrapoderes” auténticos y democráticos que generen confianza y seguridad en los ciudadanos que quieran un país equilibrado, donde no haya lugar a la mentira sea cual sea el Partido que gobierne por deseo libre y democrático de los votantes. Un país en el que quepamos todos y no haya exclusiones porque unos, necesariamente, habrían de ser más que otros para ejercer la acción de gobierno por unos dirigentes que han de ser conscientes de que el ciudadano, con su voto, solo les da un préstamo por cuatro años.

Por eso, ningún Gobierno debe pedir a la Oposición que le deje gobernar sino demostrarles que sabe hacerlo. Así como, tampoco, ninguna Oposición debe pedir al Gobierno que le deje ejercer como tal sino que debe confrontar con el Gobierno para demostrar una condición de ser gobierno alternativo. Esto lo aprendí bien y de ahí, mi llamada al eclecticismo.

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