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Se apagaron los focos. El silencio volvió a llenar las vacías salas de las proyecciones que dieron vida al Festival. Pero el latir de celuloide, de pistas magnéticas, de grabaciones digitales… de un ayer y hoy del progreso cinematográfico, se ha detenido en seco. Oscuridad total. Fundido en negro. The End.
Y ahora, con cariño, con nostalgia y agradecimiento, recordaremos lo vivido, sentido y gozado.
El Festival de Huelva de Cine Iberoamericano de este año ha tenido para mi, eterno aficionado al Séptimo Arte y antiguo y osado crítico cinematográfico, algo especial, y entrañable. Una querida amiga, llena de entusiasmo, de valía artística y volcada en ese sueño de crear y hacer cine, estrenó dos películas en el esperado programa del Festival del Cincuenta Aniversario. Su nombre: Remedios Malvárez.
Reme, compañera de colegio de mi hija Lupe en las Teresianas onubenses, hizo nacer y cultivar en su corazón la flor de un arte que, en su mente, convirtió en realidad dos títulos de películas cautivando al público en sendas sesiones especiales de la Muestra iberoamericana.
En la sesión de gala inaugural, nos ofreció esta genial directora un documental sobre la Historia del Festival que, un lejano día, allá hace medio siglo, se le ocurrió valientemente hacer realidad al genial José Luis Ruiz. Un largometraje interesante, distraído, real en la exposición de su desarrollo, con un acertado dominio del tiempo, estudiado montaje y con precisa música de fondo, en la preparación de un minucioso estudio de documentación, difícil por los años pasados, pero con vivos testimonios llenos de nostálgicas palabras de quienes lo vivieron. La verdad es que me encantó la película, y en especial verme a mí mismo con mi querido José Luis y mi entrañable compañero Vicente Quiroga, gran locutor, articulista y crítico de cine, con cincuenta años menos en el calendario.
Un acierto total el de Remedios Malvárez y de su equipo, que mereció con todo respeto abrir la sesión inaugural del Festival.
Junto a este magnífico trabajo, nuestra admirada directora volvió a sorprendernos, días después con la genial película Fandango, asombrosa en su estilo y presentación visual, con la participación de numerosas estrellas del cante de nuestra tierra que hicieron y hacen historia de un género que parte de nuestras propias raíces que merece un análisis y comentario más profundo por su calidad temática onubense y flamenca.
Remedios Malvárez y su excelente grupo artístico y técnico ha triunfado en el Festival, y con ellos Huelva y la organización que espera de ellos una sólida esperanza de futuro, que siga fortaleciendo muchos años más lo que hace cincuenta años vimos nacer a la sombra de un querido Cine Club que despertaba a nuestra ciudad de una larga y difícil siesta, falta de una actividad, que sumía a la colectividad en un peligroso cauce para el desarrollo cultural.
Reme, ¡Enhorabuena! Por tus películas y por tu contribución y participación a nuestro Festival, auténtico orgullo de Huelva.
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