La Plaza Mayor

Tuve la suerte de nacer en Salamanca, a la que hace unos días el National Geographic declaraba “la ciudad más bella de España”, que cuenta con una Plaza Mayor de las más bellas del mundo, cuya construcción, por cierto, auspició un valverdeño ilustre de Huelva, Rodrigo Caballero Llanes, a la sazón regidor de la capital salmantina. Un ágora que concita los más sobresalientes acontecimientos de la antigua villa castellana, corazón vibrante de la población.

Por ello me ha alegrado tanto el comienzo de las obras de la Plaza Mayor que se construirá en el solar del antiguo Mercado del Carmen, tanto tiempo usado de aparcamiento y otros acontecimientos puntuales. Un espacio tan entrañable, sístole y diástole vibrantes del corazón de Huelva, calibrador palpitante de la vida ciudadana, se convertirá en el atractivo marco de una plaza que ennoblecerá la perspectiva urbana del centro de la capital.

La noticia que nos daba el eficiente teniente de alcaldesa responsable de Urbanismo, Felipe Arias, sin duda emocionaba y alegraba a muchos onubenses amantes de su tierra. Porque la buena nueva entrañaba un ejercicio denodado y firme de años, proyectado en tiempos de la Alcaldía regida por el gran emprendedor municipal, Pedro Rodríguez, que tras una larga y eficaz gestión, tantos logros consiguió para esta ciudad, pero que no fue posible por las complejidades e inconvenientes de la siempre engorrosa burocracia y otros problemas legales.

Tras largos años de atonía municipal, de inactividad urbanística, de colapso en las iniciativas y proyectos, la Alcaldía de la omnipresente Pilar Miranda –espero que reconsidere el tema de la casa de Diego Díaz Hierro–, con su activo dinamismo ha iniciado unas obras que vertebrarán estética y urbanísticamente uno de los ámbitos más entrañables de esta Huelva tan necesitada de aperturas a nuevos espacios, a su mejora y adaptación funcional, desbloqueando proyectos, como se está haciendo con notable diligencia y plausible celeridad, emprendiendo otros planes pendientes de su ejecución.

Mucho queda por hacer, muchas asignaturas pendientes, pero seguro que pronto podremos desmentir a quien dijo que Huelva “es una ciudad diseñada por el enemigo”. La Plaza Mayor es un viejo sueño hecho realidad.