Ajuste fino

Antonio Castro / Ancastro@Huelvainformacion.es

El piso inferior del paraíso

12 de mayo 2008 - 01:00

POR culpa de aquel que hace los calendarios en la tierra de María Santísima, que es sobre todo la parte occidental de Andalucía, aún no hemos entrado en la fase posterior a las pasadas elecciones. La Feria de Sevilla, El Rocío... y mientras tanto, en la vida semirreal se debate si tenemos crisis o no y la gente corriente de la parte real del territorio, que no es el paraíso, cae en una situación crítica.

El verdadero milagro de la fiesta, sea cual sea su perfil, es que conecta al ser humano con la zona onírica de la vida y demuestra que también lo irreal es real porque puede ocupar parte determinante de esa misma vida. Es decir, disfrutar de la primavera en un prado soñando que se va en una nube puede parecer irreal pero es tan real como lo puede ser la sensación de paz que deja en la persona que lo hace. Y a veces incluso sirve de terapia, hasta el punto de que recomendado por un sicólogo tiene un coste a través del cual el paseo en la nube conecta más con la realidad convencional.

A partir de ahora se termina, provisionalmente -pronto llega el verano-, el ciclo de la desconexión con la realidad -ya hubo un primer trance después de Semana Santa-, y por tanto se abre el camino a todo tipo de depresiones y alergias, taquicardias, desvaríos y conatos de esquizofrenia. En procesos de calendario como el que ahora comienza los sicólogos se convierten en una tribu necesaria, la gente habla mucho de cosas extrañas, es decir, de lo que los antiguos llamaban el alma. Y pasado un tiempo, no mucho, de nuevo se zambulle en la irrealidad del mar, en este caso con menos poder adquisitivo que antaño y por tanto con mayor carga de realidad.

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