Los penaltys, ¿Cuándo?

La verdad es que entre las declaraciones de “Paco” López, portavoz socialista y ex Lehendakari, gracias al PP, visión política que tenían los “peperos” de entonces, “... así lo han querido los ciudadanos…” refiriéndose a la más que probable nueva prórroga presupuestaria y la obsesión sanchista por trasladar la responsabilidad de su incompetencia y errores a elementos o entes colaterales para eludirlas de su propio ámbito, se me ocurre irónicamente preguntar, según el argot futbolístico, después de tanta prórroga, ¿para cuando los penaltys?, que no son otra cosa que la convocatoria electoral para acabar con esta inacción de Gobierno: “... no tener PGE, es como un coche sin gasolina…” Sánchez, dixit

Y es que esta situación de orfandad presupuestaria, deslegitima, por su reiteración, las decisiones al colocarse en el terreno de la inconstitucionalidad, además del deterioro del rigor legislativo presupuestario que garantizaba, algo básico en la técnica presupuestaria, no solo el elemento cuantitativo de gastos e ingresos sino la calidad de los objetivos pretendidos junto a la capacidad de ejecución de los mismos en los plazos deseados puesto que la prorrogación significa modificaciones en las cuantías de los gastos previstos.

En consecuencia, si se afectan el rigor legislativo, la constitucionalidad… y la calidad global del ejercicio presupuestario, ¿hacia dónde vamos?.

Seguramente, a ir aumentando sibilinamente la presión impositiva, a seguir propagando datos estadísticos macroeconómicos sin repercusión sobre las economías democráticas, o mejor a políticas de dopaje demoscópico por la vía de las subvenciones… que inciden en el crecimiento desbordante de gastos, mientras esperamos que la “caritativa” UE siga proporcionando fondos, al tiempo que órganos “independientes” como el AIREF, ven minimizadas sus funciones de supervisión de las cuentas públicas al no tener datos concretos ni transparentes de las mismas.

En definitiva, que la laxitud gestora en este ámbito por exigencias de las urgencias de la pandemia -qué gran coartada- ha quedado casi como norma de actuación y superación de los criterios regulatorios fundamentales y mientras continúen las prórrogas la economía podrá ir como un cohete pero que estalla en los bolsillos de los ciudadanos. Así que “penaltys”, ya.