No, no crean que me estoy refiriendo al cántico del pasado día 8 en la manifestación feminista, liderada por la Ministra de Igualdad, referido a la madre de Abascal, líder de VOX, en una clara utilización de discurso de odio que como suele suceder con la aplicación de la ley del embudo, el culpable será siempre el aludido y nunca el autor del cántico, naturalmente cuando los promotores pertenecen al sector ideológico de la izquierda más extrema.

Me da pena tener un Gobierno, por más que lo nieguen, teatralicen o pretendan disimularlo, presentándose en público con prepotencia encubridora, entre otras cosas, de su ignorancia y que intenta ansiosamente demostrar una relación equilibrada en la mesa del Consejo de Ministros como si los ciudadanos fuéramos "entes" no pensantes y no personas con capacidad analítica y critica sobre aquello que vemos y oímos.

Por ejemplo, dos ministras aisladas en la bancada azul en el debate de toma en consideración de la reforma de la "ley del sí es sí", mientras unos califican de impresentables los discursos y las otras acusan de traidores a los reformadores, al tiempo que el Presidente no vota su propia propuesta de reforma. Ítem más, las actuaciones y decisiones del Ministerio de Igualdad han llevado al deterioro del feminismo, en lo referido a su cohesión reivindicativa, exclusivamente por un afán de activismo frente a los consenso democráticos por una excesiva obstinación de predominio ideológico que ha culminado en confrontación feminista.

Ante ello, el inquilino de la Moncloa, experto en plagios, oportunismo, impostura y propaganda… aparece con una Ley de Paridad, presentada como proyecto, aunque desde 2007 existe una Ley de Igualdad y que no es más que una aplicación de una Directiva de la UE de obligado cumplimiento antes de 2026, pues aún así, nos la presenta como la vanguardia europeísta encabezada por España. Naturalmente, esto solo es posible cuando uno confunde o pretende presentarse con el mantra de que Gobierno y Patria son superponibles. De ahí, muchas de sus respuestas - extensivas según argumentario a sus ministros - sean reveladoras de ofuscación, nerviosismo, insultantes… cuando se le requieran respuestas sobre asuntos en los que su responsabilidad es notoria y no puede desviarla hacia un tercero aunque sea ajeno a la cuestión planteada.

En definitiva, da mucha pena ver como se deteriora el bienestar ciudadano, se agudiza la polarización social, la coalición de Gobierno está sostenido por los intereses particulares de sus componentes sin importar su repercusión en los ciudadanos.

Y ya anuncia la UE que vuelven las Reglas Fiscales que podrán ser más o menos flexibles con el déficit pero implacables con la deuda. Por eso, ¡qué pena me da que no avancemos y vayamos hacia atrás!

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