Peatonalización de calles

01 de agosto 2023 - 06:00

La peatonalización de calles se va extendiendo por el centro de la capital onubense. Las denominadas plataformas únicas se van imponiendo en la ciudad con el objetivo de dar prioridad al peatón frente al tráfico rodado. Esa es la teoría porque en la práctica los vehículos continúan irrumpiendo en la zona, abriéndose paso entre los transeúntes, y en ocasiones con mayor afluencia de lo que sería normal. Un ejemplo de ello se encuentra en la remodelada céntrica calle Palos, donde diariamente hay un continuo tránsito de coches.

Los peatones se ven obligados a echarse para un lado para dejar pasar a los vehículos que circulan por la calle. Se pretendía con esta transformación urbanística avanzar hacia esa ciudad "amable" en la que los peatones fueran los auténticos protagonistas pero al final el protagonismo lo siguen compartiendo con el tráfico rodado, con el inconveniente de que ahora no están delimitadas las zonas, no hay calzada y acerados, es una plataforma única. En la calle Palos hay un centro escolar y con el inicio del curso la presencia de niños por la zona será una constante y es un factor que hay que tener muy en cuenta.

El paso de vehículos se supone que está limitado a vehículos de emergencias y de limpieza, a acceso a garajes privados y a los públicos de la Casa Colón y servicios de transporte público y que la velocidad no puede superar los 20 kilómetros por hora. No está permitido aparcar, de hecho se eliminaron los aparcamientos en línea existentes pero se pueden ver vehículos estacionados en la calle y no hay argumento para ello ya que las zonas de carga y descarga quedan limitadas a las calles interiores.

Si desde el Ayuntamiento se adopta la decisión de peatonalizar vías hay que llevarlo a cabo con todas sus consecuencias. De nada sirve realizar una inversión si después todo continúa igual. Se deben establecer límites, si hay ciudadanos incívicos que no acatan la nueva situación, darles un toque de atención.

En ocasiones también irrumpen vehículos en la calle Tres de Agosto, vía peatonal, y enlazan La Palmera con la plaza de las Monjas, evitándose de esta manera dar rodeos y pillan desprevenidos al peatón.

Hay demasiada permisividad en Huelva, lo que queda de manifiesto tanto en lo que atañe a la circulación de vehículos en calles peatonalizadas así como en los aparcamientos en doble fila en grandes avenidas de la ciudad. Para todo hay un límite. Es cuestión de ponerlo.

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