Oye, el Antonio Agredano de la radio es Antonio Agredano, ¿no? Respondí afirmativamente a la pregunta de mi amigo Jesús. La conversación continuó entre copas de vino y con el recuerdo de cómo conocimos a Antonio y otro buen puñado de escritores unas dos décadas atrás. Fue justo aquí, en Punta Umbría, en un encuentro donde se congregaron jóvenes adolescentes de bastantes puntos de Andalucía y algunos un poco menos sureños. Unas jornadas de convivencia y charlas en el albergue juvenil, frente al mar, y con pista de fútbol incluida. El colectivo cordobés era el más numeroso, con la gente de la Casa del Ciprés y sus talleres literarios, con Pablo García Casado o Salvador Gutiérrez Solís apadrinando al propio Agredano, a José Daniel García, Luis Gámez, Alejandra Vanessa, Ignacio Gago, y una jovencísima Elena Medel, entre otros. También repasamos en la nómina a gente como Raúl Quinto, Rubén Martín, Marco Antonio Raya, Nieves Chillón o Daniel Rodríguez Moya. También había gente de Huelva, con la tutela de Uberto Stabile, Manuel Moya o Francisco Ruano, ya iban barruntando versos Miguel Mejía, Enrique Zumalabe o Manuel Arana. También surgieron nombres que no sabría si ubicarlos en aquellos días costeros o ya fueron cayendo a posteriori en la red de la amistad y la palabra.

Y justo estos días, en Punta Umbría y después en Moguer, hay una reunión de jóvenes poetas, Bajo 35, al albur del Premio Iberoamericano de Poesía Juan Ramón Jiménez. Rosa Berbel, Rocío Acebal, Ángelo Néstore, Raquel Lanseros, Alejandro Simón Partal, Begoña M. Rueda, Cristian Alcaraz, Sofía Sánchez y un buen largo etcétera, charlará alrededor de títulos tan interesantes como: "De profesión poeta", "La palabra sanadora", "280 caracteres", o "Versos a escena". Con talleres de creación, recitales y visitas a centros educativos. Entre esa lista de poetas también habrá una buena representación onubense, una nueva hornada a la que ya hace tiempo hay que seguir la pista de lo que proponen: Alejandro V. Bellido, Bárbara Grande, Aurora Báez Boza, o Julio Moya. Amén de otros y otras. Y bien que lo celebro, porque estos eventos parece que suceden más por allá que por aquí (y eso que tenemos referentes como EDITA o el Verdes Escritor@s). Porque estas mezclas son revitalizantes. Y como cierre a todo esto, el jueves, tendremos el acto de entrega del premio a la poeta Romina Berenice Canet por "La maleza", en el hermoso claustro del Convento de San Francisco en Moguer. Cuanta más poesía, mejor, como los recuerdos, como los amigos que suenan por la radio, como los días de playa.

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