fila siete

Vicente

Una obra diferente

16 de diciembre 2012 - 01:00

Multicines La Dehesa Islantilla, CineBox Aqualon Puerto Huelva, CineVip Lepe, El Condado Cinemas 7 y Al Andalus Punta Umbría.- Producción: Estados Unidos, 2012.- T.O.: 'Life of Pi'.- Duración: 125 minutos.- Dirección: Ang Lee.- Guión: David Magee basado en la novela homónima de Yann Martel.- Fotografía: Claudio Miranda.- Música: Mychael Danna.- Montaje: Tim Squyres.- Intérpretes: Suraj Sharma, Irrfan Khan, Tabu, Rafe Spall, Adil Hussain, Gérard Depardieu

Del director Ang Lee, pueden decirse muchas cosas, entre las que no estaría de más destacar su arrojo a la hora de llevar a la pantalla un argumento tan difícil de adaptar como el que hoy nos ocupa, que es la adaptación del best-seller de Yann Martel. Pero no hay más que repasar algunos de los títulos de su filmografía para admirar la diversidad de géneros que ha tratado y sobre todo la entidad de su talento como realizador. Desde El banquete de bodas (1993), advertimos entusiasmados que estábamos ante un director con extraordinaria personalidad creativa. Luego vinieron la encantadora Comer, beber, amar (1994), la emotiva Sentido y sensibilidad (1995); la para mí inolvidable y tal vez no reconocida en todas sus justas dimensiones, La tormenta de hielo (1997); la impresionante Tigre y dragón (2000) y, entre otras Brokeback Mountain (2005), con la que ganó el Oscar al mejor director.

En esa variedad o pluralidad de temas nada puede extrañar que, a pesar de sus dificultades, Ang Lee no haya dudado en llevar al cine esta aventura de náufragos nada corriente, cuyos principales protagonistas son Pi Patel, un muchacho hijo del propietario de un zoológico en la India, y un tigre de Bengala. Su familia ha decidido viajar a Canadá,0 pero en el curso de la travesía por el Océano Pacífico una violenta tormenta provoca el naufragio del barco. Pi logra ponerse a salvo gracias a una barcaza en la que navegará junto a la fiera. El chico se verá obligado a domar al felino para poder sobrevivir.

No cabe duda que al director le ha atraído la posibilidad de expresar en la pantallla el sentido alegórico de la historia y la inocencia original del tema que insinúa un tanto a los clásicos idílicos y el exotismo más depurado. Pero admira ante todo esa habilidad e imaginación para superar las dificultades técnicas y artísticas del relato, además de su capacidad para llenar de contenido la historia de un solo personaje humano en la inmensidad oceánica y conmover al mismo tiempo la sensibilidad del espectador. Todo ello hace de La vida de Pi una obra singular, excepcional en sus variadas dimensiones cinematográficas, logrando un trabajo extraordinariamente depurado.

Difícilmente hoy en día es posible extraer los mejores relieves en lo ético, en lo estético y también en lo artístico u ornamental de un tema tan fascinante como éste. Visualmente las imágenes son realmente originales, yo diría que en muchos casos inéditas en la gran pantalla. A los enfrentamientos, a las vicisitudes, a la lucha por la supervivencia, hay que añadir los cautivadores efectos lumínicos que prodiga una puesta en escena plena de fascinación. Sin olvidar ese sentido poético, humano, de intensa sensibilidad que Ang Lee siempre ha sabido imprimir a sus películas. En suma es un claro ejemplo de las posibilidades expresivas del cine. Incluso en la sutil utilización de las tres dimensiones.

QUIROGA

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