Juanma G. Anes
Tú, yo, Caín y Abel
Los afanes
HAY personas que piensan que la lectura debe ejercitarse en nuestra infancia, en la adolescencia y su desarrollo. Estas personas suelen utilizar la lectura para posicionarse, para determinar, o hacer determinar, un espacio en el que van a estar inmersos de manera permanente. Pero esto es un error. La lectura debe realizarse desde el comienzo hasta el final de nuestras vidas. Al fin y al cabo, la lectura es el alimento que nos enriquece, que nos realza y fundamenta, que nos hace mejores seres humanos. La lectura nos hace libres.
Y andábamos leyendo el último poemario de Juan Cobos Wilkins que se titula El mundo se derrumba y tú escribes poemas (Fundación Lara, 2016). Para todas aquellas personas que deseen ser más libres aún de lo que son, recomendamos la lectura de esta obra. Y lo hacemos porque el poeta de Riotinto supera (y hace que la superemos los lectores) esa crisis de la conciencia global en la que andamos inmersos desde hace unos años.
Es como si esa conciencia global que mencionamos, y que ahora anda disparada y sin mesura, tentara como Satanás al poeta. Y si a eso le unimos la situación de la crisis española, la crisis cultural que nunca ha desaparecido, la orfandad, el fallecimiento de seres queridos…, el resultado podría ser negativo si no fuera por la maestría de Cobos Wilkins y por la luz que irradian sus versos. Una luz que nos alimenta, una luz que nos reconforta. Una luz que empapa de armonía y equilibrio la ausencia de mesura. El poeta sabe superar todos los inconvenientes aportando equilibrio y armonía a esa crisis global.
El mundo se derrumba y tú escribes poemas es un conjunto de cuarenta y seis poemas, sin división en capítulos. Hay poemas sublimes, versos mágicos y, lo más importante, hay poesía, tan escasa en estas últimas décadas.
El libro se ilustra en la cubierta con una imagen obra del artista Faustino Rodríguez. Como una torre de Babel en tonos brillantes, fuente y centro de la cultura, con las puertas abiertas y un pasadizo para que entremos. Como una invitación a la lectura sin complejos.
Siempre dije que Biografía impura (2009) me apasionó, pero este nuevo poemario de Cobos Wilkins nos ha cautivado. Como si de una epopeya se tratase, al estilo de la Odisea, Iliada o Eneida, el autor de Riotinto lucha sin descanso desde el primer verso hasta el último, es el fruto de la buena creación. Es, en definitiva, un autor incomparable y único.
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