Las dos orillas
José Joaquín León
Sumar tiene una gran culpa
Feijóo no es gracioso, pero se lo hace. Quizá por la ansiedad de actuar fuera de casa ante el PP de Ayuso, el hombre hizo la otra noche un chiste de andaluces: “no saben contar”. El presidente andaluz no ha dicho ni mu. Lo mismo el chascarrillo iba por él. El 3 de diciembre, en la sesión de control parlamentaria, la diputada de IU Inmaculada Nieto le hizo una pregunta a la que no respondió: “¿Cuántas de las mujeres a las que les han repetido las pruebas [de cribados] han dado efectivamente cáncer?”. Tampoco contó nada Moreno a Nieto el 13 de noviembre cuando le inquirió si el equipo que trabaja para él como presidente, que pagamos entre todos, ha estado redactando su libro [Manual de convivencia. Editorial Espasa] en horario laboral de la Junta. Trabajar con sueldo público para una publicación privada podría ser malversación, según la doctrina Peinado contra Begoña Gómez. Lo que hizo Moreno fue una broma, como Feijóo. Le dijo a Nieto que si quería un libro se lo regalaba, dedicado.
El 12 de diciembre, en la presentación del libro en Barcelona, el presidente dio los datos a bulto. Dijo que las mujeres a las que no se comunicó que sus pruebas habían dado dudosas eran 2.713. Oficialmente son 2.317. ¿Fue un lapsus o es que no sabe contar? Y añadió: “afortunadamente ya se han hecho las pruebas a todas y prácticamente el 99% no tienen lesiones tumorales”. ¿Afortunadamente? ¡Son más de 30 mujeres con cáncer! Esta frivolidad con las cifras no la gasta Moreno con la corrupción del PP de Almería desde la Diputación, donde la UCO detectó porcentajes “de talla 20 y de talla 10”. Eso se calla. Dedica su atención a contar los 6 puntos que perdió por el escándalo de los cribados, que ya ha recuperado según dijo en Barcelona, dando por resuelto el problema.
Los que sí cuentan mucho son los políticos de confianza del presidente. Bendodo, por ejemplo, tuitea que “todas las tramas [de corrupción del PSOE] tienen una cooperadora necesaria sin la que no hubiera sido posible actuar: María Jesús Montero”. Quizá no haya leído el libro de la convivencia, donde Moreno predica respetar al adversario. El presidente podría regalarle uno, dedicado.
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