¡Oh, Fabio!
Luis Sánchez-Moliní
La nueva España flemática
Entre los muchos edificios notables que tenemos en la provincia, uno de los que más me sorprendieron siempre es el de una antigua iglesia que, pese a la ilusión que despertaría para construirse, no llegó a terminarse, y quedó en plena serranía onubense como el gigantesco monumento inacabado.
Durante muchos de mis veranos serranos lo visitaba y mi asombro era tal que siempre lo denominaba “la catedral de la Sierra”. Pero aquello era una ruina. Allá en los años cuarenta, del pasado siglo XX, se usó hasta como cementerio.
En el pueblo le llamaban al edificio “el monumento”, otros, la “iglesia inacabada”, y de él se contaban muchas leyendas que pasaban de padres a hijos, tendiendo aún más la fama de la construcción rodeada de cierto misterio.
Este antiguo templo se levantaba en un lugar maravilloso de la serranía: en el Castaño del Robledo, pueblo muy querido para mí por recordar que allí comenzó su carrera de médico mi padre.
En distintas ocasiones investigué en sus archivos los orígenes del enorme edificio, impensable para una población tan pequeña. Fue en el año mil setecientos ochenta y ocho cuando comenzaron sus obras por parte de una congregación religiosa, que a los pocos años pararon los trabajos por falta probablemente de asistencia económica.
La edificación estuvo sin uso a partir de esa fecha, hasta mil novecientos cuarenta, cuando se utilizó para enterramiento. Fue en esta fecha cuando lo vi por primera vez.
En la última década del siglo XX se hicieron positivos arreglos en las destruidas bóvedas y comenzó a usarse el edificio para distintos quehaceres.
Merece más atención este inacabado y grandioso templo, del que, varios siglos antes de que los jesuitas comenzaran a levantarlo, se contaban leyendas curiosas.
Intrigado por ellas tuve charlas con muchos vecinos de edad que narraban historias llenas de fantasía, propias de hechos sucedidos en tiempos de la Inquisición. Sobre estos rumores escribí un pequeño libro titulado El Monje, que forma parte de la historia popular de esta comarca en una época difícil y lejana.
Salvar este Monumento es una necesidad imperiosa y me consta que el tema está en camino para un buen final.
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