Alto y claro
José Antonio Carrizosa
Pablo y Pedro
Cuando el Presidente de un Gobierno, ante una situación de crisis, comparece tardíamente y aparte de su pobreza informativa, en sus diferentes apreciaciones es capaz de afirmar que los defensores de posiciones diferentes a la suya, aún siendo expertos en la materia del problema citado, son “mentirosos e ignorantes”, todo ello, porque la indiferencia con la que nuestro Gobierno ejerce sus funciones, tiene una premisa intocable, tal cual es, eludir responsabilidades buscando un mecanismo de autoprotección por la vía de la imposición del relato que le conviene aunque su consecuencia sea la orfandad de los ciudadanos que, según enseñan las experiencias previas, “si quieren algo, que lo pidan”.
En el caso del “apagón”, sobre el que hoy reflexionamos la carga ideológica del relato resulta innegable, para superar las evidencias del motivo, origen y consecuencias de la crisis generada aunque, para ello, deba seguir haciendo alarde de su actitud prepotente, para señalar a quien haga falta, aún sin conocer los motivos reales de la crisis -o conociéndolos no los revela- pero siendo consecuente con su relato, relaciona directa y reiteradamente con el problema a las operadoras privadas, al tiempo que señala con rotundidad para obviar su ignorancia con el desmedido afán manipulador que le adorna: “lejos de una solución, las nucleares han sido el problema”.
Señor Sanchez, a pesar de toda su información, no deja usted de ser un ignorante inconsecuente, habitualmente adornado con “cambios de opinión”, para no hablar de mentiras, puesto que todos los expertos aseguran que la energía -por cierto, señor Presidente, no desaparece se transforma- eléctrica renovable necesita equilibrio entre oferta y demanda, además que por su inestabilidad, necesita complementarse con energía flexible y firme que lleva a una conclusión: un sistema exclusivo de renovables, es difícilmente posible y desde luego, no deseable. De aquí, deduzco, yo que pertenezco al grupo de los “ignorantes” que, efectivamente, las nucleares fueron el problema, al estar en vías de desmantelamiento, fue la Francia nuclear la que nos ayudó, lo que puso en evidencia nuestra vulnerabilidad y que la dependencia meteorológica nos coloca en una situación de fallo estructural consecuente a incumplimientos de mandatos por parte del Consejo de Seguridad Nacional que en 2020 instaba a la revisión de planes de seguridad energética, dados los nuevos riesgos ante el desarrollo de las energías renovables. Naturalmente, la Comisaria Ribera, entonces ministra, y la actual ministra Aagesen, hicieron caso omiso.
Como, por mucho que se diga, la Presidenta de Red Eléctrica, empresa y cargo bajo control estatal, no pueden estar fuera de graves responsabilidades y, desde luego, no valen comisiones investigadoras internas, ni de Bruselas con Ribera y doña Ursula como máximos referentes, solo valen los Tribunales para investigar y dirimir quiénes han incumplido y si ha habido más mentirosos que ignorantes en este apagón gubernamental.
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