
Vía Augusta
Alberto Grimaldi
A Montero no le salen las cuentas
La otra orilla
Vienes de la nada y a la nada regresas. ¿Qué tienes que perder? ¡Nada!". Esta disquisición no es un sesudo tratado de teología o filosofía; es una ocurrencia que el genial grupo de humor inglés Monty Python deja, como una declaración de intenciones, en el final de la película La vida de Brian, cinta rodada en 1979 y que, si se estrenara en cines hoy en día, generaría una gran controversia. Pero no es exactamente el contenido de la película lo que quiero destacar, sino la capacidad de sus creadores de reírse de todo, especialmente de la muerte, como demostraron en el funeral de uno de sus miembros: Graham Chapman. Con su actitud vital, como grupo de humor, venían a decirnos que habían venido a pasarlo bien, que la vida era un soplo fresco de unos pocos años; los que pasan entre el-no-se-sabe-bien-de-antes del nacimiento y el no-se-sabe-bien-de-después, cuando dejamos de respirar, dado que nadie tiene certezas. Todo el grupo despidió a Graham cantando: The brigth side of life (El lado brillante de la vida) sin disimulos, sin lágrimas, con una convicción que lo hace aún más coherente.
Cuando llegue la hora de soltar amarras, empezaremos a ser conscientes de dónde ha ido a parar la energía y esfuerzo dado en cada día. Para algunos será una bonita casa, para otros una empresa, el éxito, el dinero o la fama. Todo eso tendrá muy poca importancia cuando te toquen el pitido final. Si lo pudiéramos ver desde otro planeta resultaría tremendamente ridículo. Gente dándose categoría porque creó un refresco con burbujas, porque daba vueltas con ropas nuevas cada año por una pasarela, o corría rápido por una pista con un coche.
Llegados a este punto de la evolución, creo que el sentido del humor es lo más rompedor, armonioso y espiritual que nos va quedando a los seres humanos. Para hacer humor hay que tener sensibilidad, saber mirar lo que pasa alrededor, y la humildad para darle la vuelta a las desgracias, avatares y defectos que nos pusieron por delante. Por eso, en estos tiempos de neopuritanismo, no se censura la violencia, la pobreza o la contaminación, sino el humor, tan perseguido, porque es una puerta de libertad que muchos nos quieren cercenar. "La vida es una mierda cuando la miras, la vida es una risa y la muerte es el chiste", según los Monty Python. Amén.
Riámonos en el año nuevo, la protesta que más puede fastidiar a los que nos quieren encogidos.
También te puede interesar
Vía Augusta
Alberto Grimaldi
A Montero no le salen las cuentas
El mundo de ayer
Rafael Castaño
Muertos que caminan
La ciudad y los días
Carlos Colón
Desahogo, desahogada
Quizás
Mikel Lejarza
Charcos