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Aurelio / De Vega /

El humanismo personificado

19 de octubre 2011 - 01:00

SE celebraron recientemente las IV Jornadas Culturales Odón Betanzos Palacios, que tuvieron marco en la Fundación del poeta de Rociana, con ramificaciones a Huelva capital y Mazagón. Destacamos hoy, sin detrimento de los demás, dos acontecimientos singulares: de un lado, el Taller Literario Odón un hombre bueno y de otro la conferencia Odón Betanzos o el humanismo personificado.

El primero tiene por objeto acoger a personas venidas de toda Andalucía, en grupos de cincuenta, a los que la fundación acompaña en una Ruta Odoniana por el pueblo de Rociana, durante ocho jueves seguidos. Se les enseña desde el cementerio, donde descansa el literato, hasta los lugares más significativos de su vida rocianera, para finalizar en la fundación, en que se les habla de la obra de Odón Betanzos, se recorre la sede y se les obsequia con algún libro suyo. Cuando escribo ya han estado Jaén y Córdoba. Al final del programa de los dos meses que dura el taller, habrán pasado por aquí unas cuatrocientas personas de nuestra comunidad.

El otro acto tuvo como escenario el Casino de Rociana, donde se nos acogió con todo afecto y pronunció una conferencia el profesor de la Universidad de Sevilla doctor José Manuel Gómez y Méndez, con el título Odón Betanzos o el humanismo personificado. Igual que el arriba firmante, el conferenciante fue gran amigo de Odón y habló de él con el cariño de quien se identificó plenamente con sus pensamientos y con la fluidez de conceptos que se comparten después de muchos años de contactos, conversaciones, vivencias y afanes comunes…

Era muy grato hacer uso de la palabra en el pueblo del poeta para transmitir a sus paisanos pormenores del hombre que, tras recorrer el globo terráqueo, siempre volvió a su Rociana natal y que en su tierra reposa por propia voluntad. Un hombre "al que traté mientras vivió y en quien siempre aprecié que se daban las coordenadas de la personificación de cuanto puede ser el Humanismo. Ahí está su amplio perfil biográfico, con sus libros, su formación intelectual y sus años de docente universitario, transmitiendo a generaciones el saber y el conocer".

Invitó al auditorio a visitar la fundación para adentrarse en el pensamiento y la obra del poeta, palpitar con el verbo de la palabra contenida en la concepción de los versos y de la prosa haciéndose patente la acepción lingüística de humano, pues en toda su obra (con mayúscula) se proyecta una conceptualización de los valores humanos en la plenitud de sus contenidos del ayer al hoy y de su dimensionalidad hacia el mañana.

Aludió el profesor a la sorpresa que le causó conocer -allá por 1969- a una mujer llamada Cari Palacios, cuando estuvo en la rocianera zona del Calvario, que le habló de su hijo que vivía en Nueva York desde la década de los cincuenta del siglo pasado, por voluntad propia, un deseo de autoexilio que entonces no entendí, aunque posteriormente al ir conociendo sus creaciones comprendí que era el autoexilio de la realidad social española de aquel entonces. Y continúa…

"Cuando escuché a la madre de Odón en mi juventud consideré que eran palabras de una mujer llena de cariño maternal. Me dio a leer el último recorte periodístico que le había llegado desde la ciudad de los rascacielos. Odón había pronunciado el discurso del 12 de Octubre en el Parque Central neoyorquino. Sus frases tenían dimensión y sentido unificante: Propongo un monumento que pueda ser la novena maravilla del mundo. Un monumento a España. Al Descubrimiento del Nuevo Mundo por España. Donde todos los hombres de la gesta estén enlazados: Pinzones, Colón, Niños de Moguer, fray Juan Pérez, fray Antonio de Marchena, Garci Fernández, marinos y pueblos de España. Todos por igual, abrazados a una fe, a una idea, a un sueño, empresa de un pueblo, raza, espíritu. Para algo tan grande afortunadamente no estamos solos. Veinte naciones de nuestro Descubrimiento están con nosotros. Veinte naciones orgullosas de su espíritu, de su lengua, de sus virtudes, de su alma hispana.

Desde entonces, dijo Gómez y Méndez que no ha dejado de odoniar. Habló de sus dimensiones ampliadas en el trato continuo mantenido con el poeta rocianero más allá de su producción literaria; una relación que le permitió apreciar una personalidad que lo testificaba como completamente humanístico. Siempre tenía la palabra justa en la concordia, en la fortaleza personal sobre el inferior, sobre el desvalido, sobre el marginado… Una constante actuación de rechazo ante la prepotencia, el fundamentalismo, la intolerancia. Un permanente quehacer en la armonía, en el aliento, en la aportación. Su obra es de tolerancia donde las haya.

Con títulos de libros de Odón, fue introduciendo sus versos y dijo de Luisillo que es un personaje muy vinculado a la vida del poeta, por cuanto encarna sus dolores de huérfano y, a la vez, es símbolo del sufrimiento del inocente; quedará como obra clásica en la literatura de amor al niño. De Conciencia y reforma escribió Buero Vallejo que es un libro destemporalizado, pero tan temporal que está hecho de anhelos y vestido de serenidad. Modelo de tolerancia: Pensemos cómo debe ser el impacto mental de un niño de once años cuando lleva por la mañana un canastito con alimentos para su padre y al llegar al lugar donde estaba desde hace varios días le dicen que se vuelva a casa y le diga a su madre que a su padre se lo llevaron anoche… ¿Cómo es esa tragedia? ¿Cuánto amor u odio produce? ¿Tolerancia o intolerancia? Inaudito es saber del protagonista y confirmar que jamás ha existido rencor en su respirar creativo o particular.

Continuamente la palabra conciliadora y la búsqueda de la convivencia en pluralidad donde quepamos todos, no unos sí y otros no. En 1963 surgió el libro denominado 'Perfiles de las muertes sombras', donde aparte del dedicado a su padre, existen poemas a hombres de su pueblo; un cosmos de belleza sobre nombres escogidos entre los ciento sesenta y nueve que tuvieron la muerte por el ser de sus ideas; cánticos líricos donde la voz ensalza, donde la sílaba conjuga gozo en la tristeza, donde el sintagma lleva a la armonía…

El año 1969 fue de una fecundidad creativa de Odón Betanzos que el doctor conferenciante desgranó con los seis libros aparecidos y sustanciosos versos de los mismos, casi todos incluidos en su segunda antología Hombre de luz. Podíamos hablar de un lenguaje universal de penalidades, describe la opresividad, en desolaciones y en plenitudes, en amaneceres y en anocheceres, en vacíos y en abundancias, en creencias y en búsquedas, en dudas y en certezas, una constante creativa se da en Betanzos que inunda de suavidad continua el respiro para que el segundo después exista antes que el jipío en la sequedad del instante.

Hubo todavía referencias a dos discursos importantes de Odón Betanzos en Rociana, que bien merecerían un estudio ponderado y difundido. Uno fue en 1979 con motivo de la proclamación como Hijo Predilecto de su villa natal. Y otro en el homenaje que se le rindió al rotular con su nombre la Casa de Cultura, que se ubicó en la antigua ermita del Patrón San Bartolomé.

Dos hitos vividos y gozados al amor y al calor del cariño a un ilustre escritor, cuya obra el mismo quiso que se guarde en la fundación que creara y que ahora capitanea su mujer Amalia V. Betanzos en Rociana.

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