Por una Huelva verde

15 de mayo 2025 - 03:06

Huelva era, no hace muchas décadas, una ciudad con pocos espacios verdes. De ahí que los parterres de la plaza de la Monjas nos atrajeran por su colorido y cuidado floral. Después, los del muelle creaban una zona, un espacio, de grata acogida junto a la rotonda de la fuente camino del embarcadero de las canoas a Punta. Nuestra joya principal estaba en el Conquero, camino del Santuario de la Cinta, cuando hacíamos excursiones escolares al llamado Parque de Moret, aunque podía afirmar que muchos onubenses no sabían quién era ese Moret, gaditano, y la razón de su nombre a un lugar urbano de Huelva. Como enseña bella de la ciudad, la plaza de la Merced le ganaba a otras con su altas palmeras que cada época de floración se llenaban de piñas de dátiles para recreo de las competiciones infantiles en probar la puntería de aquellos disparos de piedras que hacían caer sus frutos. Para la memoria quede aquel alcalde que comprendió que una ciudad meridional, como la nuestra, con sol permanente todo el año y calor extremo casi medio, no podía despreocuparse de que tuviéramos falta de sombras. Y una de sus numerosas y buenas medidas fue la de llenar muchas calles de naranjos. Con ello, la decoración urbana era perfecta, con sombras, olor de azahares y ofreciendo un aspecto callejero más agradable y colorista. Y como aquí somos así, enseguida se apodó al regidor onubense como el “alcalde naranjito”. No era Huelva una ciudad de muchos jardines y sí de espacios bien soleados y calurosos en verano.

Pero las cosas cambian y nos ha llegado un entrañable periodo de tiempo en que Huelva se remoza. Por ejemplo, ahora, tenemos una mujer al frente del municipio. Una alcaldesa con sentido maternal que cuida del bien de los ciudadanos. Pilar Miranda, con gran sentido de la belleza y de los detalles, lleva adelante una hermosa lucha para restituir a la ciudad de jardines, parterres y macetones callejeros, con gusto y acertada disposición. Pilar quiere una Huelva más verde, más atractiva, y lo está consiguiendo. Esta última Semana Santa he tenido la alegría de comprobar muchas zonas frondosas de la ciudad que nos brindaban, con maestría profesional, las cámaras de Huelva TV y Teleonuba al paso de los Cristos y de las Vírgenes, en maravillosas imágenes que nos mostraban unos rincones como no pensábamos que existiesen en unos encuadres fotogénicos admirables. Una Huelva de cara un clima caluroso, que según dicen va en aumento, tiene que dar impresión de frescor, de alivio en la canícula y siempre de belleza, de esa belleza que siempre dan los arboles y las flores en la alegría de la primavera y el marco verde de todo el año.

Todos los arboles que se planten en Huelva serán pocos. Hay que conseguir una ciudad más bella y adornada con el excelente trabajo de esos equipos de jardinería municipal que tan buena y delicada labor hacen durante los doce meses. Por una Huelva florida, bien valen todos los empeños.

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