En tránsito
Eduardo Jordá
¿Tú también, Bruto?
Superados los cincuenta años de mi condición de médico y dedicados todos ellos sin excepción al Sistema Público de Salud vigente en cada momento, con dedicación exclusiva, debo decirle señora Ministra, que nunca conocí a dirigente o ministro alguno, en el ámbito sanitario, con el sectarismo ideológico del que hace gala y que, desde fuera, nos permite afirmar que antepone el radicalismo a la racionalidad de sus decisiones gestoras, desde el momento y hora en que a las mismas se les nota la búsqueda de rentabilidad política para negar u obstruir las actuaciones de unos posibles futuros sucesores, tal cual pretendió con el tema MUFACE amenazando el traslado al Sistema Público, con el impacto asistencial negativo e inasumible por el mismo, de casi un millón largo de mutualistas.
Ese intento de hacerle oposición a la Oposición desde el Poder, hizo como decimos por aquí, que se le “viera el plumero”.
Y dicho esto, resulta que ante la evidencia de una huelga médica masiva, justificada, lógica y necesaria, hasta el punto de que usted se defiende hablando de comprensión pero no cediendo en lo fundamental de la misma y haciendo gala de su “paranoia” ante el ejercicio privado sanitario, contraataca con un informe -precisamente ahora- del SNS indicando los porcentajes de crecimiento del sector privado entre los años 2011 a 2023, con datos relacionados a la COVID incluídos, periodo en el que los hoy huelguistas dieron un paso al frente, con una actitud ejemplarizante en primera línea asistencial, sin material adecuado, mientras en los entornos gubernamentales había quien se enriquecía y el propio Gobierno en un “inexistente Comité de Expertos”.
Pues bien, ese colectivo, de médicos, lleva muchos años reclamando elementos básicos de calidad de vida y laborales que no pueden resolverse exclusivamente con apelaciones a la vocación. Todos sabemos que la solución de la universalidad sanitaria pasa por la despolitización y, para ello, debe obviar que las salas de espera son “una fábrica de votos”, que es el “negocio” que usted busca. Alude a la ausencia de sus competencias y ¿donde sí, las tiene?: Ceuta y Melilla, ¿la situación es diferente?. Por fin, al omitir que Cataluña tiene el liderazgo privado, ¿encubre la “singularidad financiera” que se niega a otros?. ¿Está claro, ministra, médica y madre?
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