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La colmena
Les doy una pista: si quieren saber qué pasa con el hermano de Pedro Sánchez en Extremadura, el director de orquesta al que le sacaron un puesto a dedo en la Diputación, decidan primero qué enfoque quieren: si informativo y explicativo (más o menos objetivo) o directamente a la yugular. Me sigue fascinando el poder de las palabras: basta ver si en el titular se habla del “hermano” del presidente o del “hermanísimo” para encontrar la respuesta. Después del tono, los hechos.
Todo comenzó con una denuncia de Manos Limpia. Otra más. Aunque estos inicios deberían ponernos en alerta (son decenas los casos que la justicia ha archivado por inexistencia de delito y faltas de pruebas) también es cierto que fue este sindicato ultra quien levantó el caso Nóos, el Bárcenas o el Pujol y actuó de acusación particular en escándalos como el de los ERE. Disparan mucho y, a veces, aciertan.
El caso del “hermanísimo” involucra al también llamado David Azagra y a Miguel Ángel Gallardo, presidente saliente de la Diputación de Badajoz y líder del PSOE en Extremadura. ¿El motivo? Presuntos delitos de prevaricación administrativa y tráfico de influencias por la creación de un puesto sin seguir un proceso de selección transparente y adaptado a sus necesidades.
Lo esperpéntico de los últimos días tiene que ver con el aforamiento del dirigente socialista. Primero se blinda en tiempo récord refugiándose como diputado en el Parlamento regional y luego propone abrir un debate público para acabar con esta figura constitucional. ¿Se puede tener más cara dura? Pero qué esperar de un político que habla todo el tiempo de sí mismo como “el señor Gallardo”... Inquieta, sí, y mucho.
Esta columna, sin embargo, iba sobre “el hermanísimo”. Pese al título (confieso que lo he puesto porque es llamativo y efectivo) mi objetivo era compartir dos reflexiones. La primera es crítica, sin paños calientes, y tiene que ver con los hermanísimos de este país. Demasiados puestos a dedo, demasiados vasos comunicantes entre los partidos y las instituciones, demasiados ejemplos que conocemos todos. La segunda la dejo en abierto: un profesional que habla ruso, inglés o italiano, con una formación de élite y una trayectoria internacional envidiable como la de David Sánchez ¿qué necesidad tiene de ser “coordinador de Actividades de los Conservatorios” en Badajoz? Volvamos al clásico, la mujer del César tiene que ser honesta y parecerlo. El hermano, los hermanísimos, también.
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