La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

La ética del '¿qué hay de lo mío?'

Unidas Podemos condiciona su apoyo a Sumar a que Yolanda negocie con ellos su cuota en las listas electorales

Lo peor no es que a falta de una semana para el Domingo de Ramos España no sepa si Podemos saludará con ramos y vítores el anuncio de la candidatura de Yolanda Díaz a la presidencia del Gobierno. Lo peor no es que nadie conozca si su creador, Pablo Iglesias, la respaldará con alguno de sus vicarios, o vicarias, o la señalará con el pulgar hacia abajo. Lo peor es el motivo alegado para aislar a Yolanda.

Unidas Podemos no está enfrentándose a la líder que encumbró su fundador por motivos ideológicos, porque ella sea menos izquierdista, feminista o ecologista de lo que creían, porque haya fracasado en su gestión al frente del Ministerio de Trabajo, porque esté mal valorada en las encuestas o porque se haya desmarcado de los planteamientos populistas del grupo. Tampoco hay discrepancias en lo que entienden unos y otra por trabajar para la gente, dejarse la piel, la lucha contra el capitalismo despiadado y otros mantras del espacio (político). Si acaso hay expresiones más cursis, monjiles y paternalistas que otras.

Todo es más fácil y más pedestre: Unidas Podemos le exige a su candidata un acuerdo de coalición para las elecciones generales que incluya la designación de los candidatos (se supone que todos menos la propia Yolanda) mediante primarias abiertas. Y quiere que se haga ya, antes de las autonómicas y municipales, en las que UP seguirá perdiendo poder, como en todos los comicios de los últimos años, y por lo tanto menguará su influencia en Sumar.

Dicho de otra manera, están espantados ante la idea, bastante previsible, de que Yolanda reparta juego en las listas entre sus aliados más fieles (Errejón, Colau, Baldoví) a costa de quienes fueron sus descubridores y promotores (Iglesias, los suyos y las suyas), hoy en decadencia. Espantados ante la sola posibilidad de que en mayo Yolanda Díaz haga campaña en la Comunidad de Madrid por Mónica García, la de Más País, no por quienquiera que lleve UP en su cabecera. Espantadísimos ante el temor de que en las elecciones al Congreso de Diputados en la lista de Sumar por la circunscripción de Madrid vaya Yolanda Díaz de número uno y el número dos no sea Irene Montero o Ione Belarra, sino Iñigo Errejón. Es lo último que querría ver Pablo Iglesias, y seguramente lo que ya tiene decidido Yolanda: el final de Unidas Podemos tal como lo conocemos.

Así que el problema en la izquierda no socialista se reduce a cómo se responde a la anciana pregunta: ¿qué hay de lo mío?

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