Nos seguimos empeñando en rescatar aquello que no se debe recuperar. Forzar es inducir al desacierto, es mostrar mediocridades en una sociedad que se ha vuelto vulgar. Pero nos obstinamos en ello, motivados tal vez por una falsa felicidad y por un puño en alto que nos decía que se podía. Y no se pudo, aunque crea lo contrario. La realidad es bien distinta de cómo nos la cuentan, de lo que muestran los medios, de lo que vemos. Mirar no es lo mismo que contemplar, y hay que contemplar para descubrir la realidad de los acontecimientos. Contemplar, atender y entender. Ni contemplamos, ni atendemos, ni entendemos. Buscamos la inmediatez, y ella nos lleva siempre al error.

Ya se comienzan a ver las consecuencias económicas de todo esto. Solo hay que darse una vuelta por el barrio o la calle de cada uno para observar los destacados letreros de "Se Vende", "Se Alquila" o "Se Traspasa". Se veía venir. Ya lo dijo el presidente del Gobierno de España, Pablo Iglesias: "Que existan medios privados ataca la libertad de expresión", o también, el presidente Iglesias comentó esta perla: "Lo que ha ocurrido en Venezuela es una referencia fundamental para los países del sur de Europa". Y este mensaje se sigue bien por el ministro Marlaska, por el ministro Castells, por el ministro Illa, por tantos y tantos ministros. ¡Es que son muchos!

Mira que Wert fue un pésimo ministro, en el pasado por supuesto, pues Castells lo está superando en incompetencia y deslealtad. Castells es algo así como el ingenuo que aparece de vez en cuando dando lecciones de algo que ni él mismo entiende, pero lo hace, como buen ignorante. Una gran parte de este país se ha llenado de carajotes, dejan de pensar y permiten que los muevan a su antojo. Menos mal que hay otra buena parte que desobedece. Porque en estos momentos la mejor forma de obedecer es desobedecer.

El estudio sociológico, sin precedentes, que se está haciendo con la pandemia es enorme. El control, absoluto, aunque dé la impresión de descontrol. Por favor, no deje que usted sea solo "uno más", una estadística más de ese estudio. Que para estadísticas ya tenemos a Sanidad que no da una derecha, ni izquierda, ni torcida, ni al revés. ¡Menuda panda de desalmados!

Las ideologías no pueden destruir las bases de un proyecto de país que, aunque siga siendo un proyecto, posee a sus espaldas mucha historia. Pablo Iglesias es, mientras no se demuestre lo contrario, el presidente del Gobierno de España. ¿Alguien lo duda a estas alturas?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios