La esquina
José Aguilar
Yolanda no se va, se queda
Pocas cosas molestan más a los andaluces cabales que un “esaborío” porque no refleja más que la pretensión de resultar gracioso sin tener el punto de picardía y gracejo de carácter, para que su pretensión resulte agradable y simpática.
Pues bien, esto es lo que ha sucedido a Feijoo, ha querido hacer un chiste a costa de los andaluces y, personalmente, no creo llegue a alcanzar siquiera la ofensa porque resulta aún mayor su propio ridículo por inoportuno, innecesario, soso y sin atisbo de simpatía como burda salida al error propio de no saber ni la dimensión costera de su tierra de origen.
Si no fuera “esaborío”, habría resuelto su propia insuficiencia de otra manera, en lugar de aludir a terceros ajenos a su propia ignorancia, pues demostró que quien no sabe contar es él, al cuantificar erróneamente la longitud de la costa gallega. Así que por una banalidad, ha quedado al descubierto que el dirigente del PP es un “esaborío”, dicho desde el respeto porque en el argot granadino, por ejemplo, el calificativo sería más contundente.
Si lo anterior es pura anécdota sobrevenida, lo de Sánchez, es la imagen idílica y la escenificación impostada de una prolongación de permanencia en el puesto para que no decaiga la moral de sus seguidores. Estamos ante el prototipo del personaje infantil Yupi, protagonista de un mundo sin problemas, en una enajenación de la realidad, verdadera antesala del “relativismo” imperante en la sociedad actual.
Y es que Yupi, no se entera de nada, tiene su propia y única realidad que se sitúa por encima de su entorno.
Resulta innegable, pues, que la comparecencia del Presidente ante la Prensa, fue todo un descomunal ejercicio de enrocamiento electoralista eludiendo, como es su estilo, la asunción de responsabilidades a pesar de estar rodeado de presuntas corrupciones en personas que ahora, dice no conocer tras años de compartir “mesa y mantel” y, sin embargo, se permite adelantar fallos judiciales porque las investigaciones, registros, … detenciones no son hechas, son fango, bulos… pero le “aburren” las preguntas sobre esas evidencias aunque no las referencias comparativas a sus opositores, y lo usa como parapeto y camuflaje para no celebrar, en años, el debate sobre el Estado de la Nación, ¿funcionar? con Presupuestos de una Legislatura anterior o ir colocando a sus afines para cubrirse y evitar “rebeliones internas” cuando el probable “drama” demoscópico se produzca.
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