Economía circular en vena

Por favor, deja de comprar zarandajas que no necesitas y las que necesites las buscas en Traperos Emaús, en Gibraleón, o en la tienda del centro de la ciudad, La Enredadera, que reabrirá sus puertas pronto, situada detrás del ayuntamiento. Ropa, electrodomésticos, muebles y todo lo que puedas imaginar está al alcance de tu mano, esperando a que le des una segunda oportunidad. Es lo que se conoce como economía circular, un modelo que necesitamos más que nunca en un mundo que amenaza con irse al garete. Representa una alternativa esperanzadora para la humanidad, porque aunque nuestra especie pueda desaparecer algún día, la tierra seguirá girando; lo que está en juego no es el futuro del planeta, sino el nuestro.

Este modelo propone que los productos, materiales y recursos se mantengan en uso el mayor tiempo posible, reduciendo al mínimo los residuos. Frente a la lógica de usar y tirar, la economía circular defiende reparar, reutilizar, reciclar y reimaginar los objetos, evitando que acaben prematuramente en el vertedero. Sus beneficios son evidentes: se disminuye la presión sobre los ecosistemas, se reducen las emisiones contaminantes, se ahorra en la extracción de materias primas y se fomenta un consumo mucho más consciente y responsable.

Este hábito que tenemos de comprar compulsivamente no solo tiene un coste ambiental, también lo tiene para nuestros bolsillos y nuestra calidad de vida.

Frente a esta situación, entidades como Traperos Emaús muestran que es posible otra forma de hacer las cosas. Esta organización combina la gestión de residuos con la inserción laboral de personas en situación de vulnerabilidad. Con ello se demuestra que la economía circular no es solo un discurso ambiental, sino también un motor de solidaridad, inclusión y sostenibilidad real. Su labor se centra en la recogida de muebles, electrodomésticos, ropa y otros enseres que la ciudadanía deposita en puntos limpios o que ya no utiliza. En sus talleres, estos objetos se limpian, reparan y restauran para volver a ponerse en circulación prolongando su utilidad. Además, cuentan con espacios de venta de segunda mano, donde lo recuperado encuentra un nuevo hogar a precios muy económicos. También colaboran con administraciones públicas y con sistemas de gestión de residuos para dar un tratamiento adecuado a aquellos elementos que no pueden reutilizarse directamente.

Aprovecha este sábado para visitar en Gibraleón Traperos Emaús; abre sus puertas de lunes a viernes y el último sábado de cada mes.

Y recuerda: Si le das una segunda oportunidad a tu ex, ¿por qué no a la ropa? ¡Feliz jueves!