Desde mi esquina

José Antonio Vieira

'dominica laetare'

29 de marzo 2014 - 01:00

EN el refranero español encontramos un adagio popular que dice: "Más largo que una Cuaresma". Ésa es una de las inequívocas señales de cómo han cambiado los tiempos; mientras que en otras épocas la Cuaresma se hacía interminable, por aquello de los rigores penitenciales, ahora, en nuestros días, muchos más flexibles en las maneras, el tiempo vuela, pasa casi sin darnos cuenta. Pues bien, mañana, Cuarto Domingo de Cuaresma, es el llamado Dominica Laetare, por ser estas las palabras con las que comienza el Introito de la Misa de este día; "Laetare Jerusalem, Alégrate Jerusalén". Un domingo éste, que es considerado como la medianía del tiempo cuaresmal y permitiéndome la licencia de parafrasear al profeta Isaías, de donde son tomadas las palabras del introito y huyendo de cualquier atisbo de dar la impresión de ser un "sabijondo", hoy, bien podríamos decir Laetare Huelva, Alégrate Huelva, pues, entramos en esas dos últimas semanas, en esa quincena mágica, donde todo son prisas, nervios, emociones por la intensidad de la última espera y un punto de ansia por querer que todo esté perfectamente preparado.

Nos encontramos en esa quincena donde se empiezan a repartir las papeletas de sitios, que nos emocionan cuando las tenemos en las manos. Es ahora el tiempo de sacar y airear las túnicas, que nos probamos siempre con la esperanza de no haber puesto ningún kilillo de más. Buscamos esos callejeros donde buscamos el recorrido, aún sabiéndolo de memoria, de nuestras cofradías. Es el momento de que los pasos, vayan entrando en las Iglesias. Son semanas de enfados evitables, de montajes de pasos en las Iglesias hasta altas horas de la madrugada. Son dos semanas en la que todos los días nos afanamos en buscar por internet esos partes meteorológicos cuyas previsiones para Semana Santa sean más favorables y es que aquí, en el terreno de la climatología, quien no se consuela es porque no quiere.

Mañana será el Cuarto Domingo de Cuaresma. La Semana Santa ya está a la vuelta de la esquina, Mañana, ese aldabonazo para afrontar la recta final de esta bendita espera, lo dará el Señor, el Nazareno de Huelva, quien desde su altar de cultos, esa arquitectura de devoción levantada en su honor, concederá la venia a toda Huelva para vivir esta última espera. En Huelva, esta cuarta domínica cuaresmal, comienza con el Nazareno entronizado en lo más alto del Altar Mayor de la Concepción y eso es algo asumido y conocido por la Huelva cofrade.

Laetare Huelva, la primavera ya está en ti. Y este año con el cambio de hora, la luz será una gran aliada para embellecer, más si cabe, a todas nuestras cofradías. Ya sólo faltan dos semanas. El cuarto domingo de Cuaresma es especial, distinto a todos los demás. Es el domingo donde se celebra el decano de los pregones de hermandades de Huelva, el del Calvario y la liturgia relaja sus formas cuaresmales. Este es un domingo especial, quizá, porque hoy empieza esa última víspera, la que nos lleva a celebrar la emoción de los traslados de nuestros Titulares a sus pasos procesionales o la de ver como en la calle, vemos a esos tramoyistas montando los palcos de la Carrera Oficial. Si, mañana será Cuarto Domingo de Cuaresma. Ése domingo que te hace soñar con lo que hemos de vivir y también de recordar lo vivido. Alégrate Huelva de ser cofrade. Comienza la última espera.

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