Último examen del año para subir nota

La importancia de la denominación de origen Decano es la factura a pagar en Segunda Federación. Recuperar la solidez perdida fuera -fiascos seguidos en Yecla y Jaén- significaría enlazar crédito repitiendo por segunda vez dos victorias sucesivas (antes octava y novena jornadas) que equivale a ganar tiempo con oxígeno en fase donde urge reponerse de las heridas y sufrir una metamorfosis auténtica como giro de vida.

El Recreativo se acordó de ganar tras mes y medio desconectado de alegrías y asumiendo el baño de realidad equipo y afición. La elaborada victoria ante el Atlético Antoniano detectó un mínimo cambio de imagen de volver a ilusionar siendo la segunda por más de un gol de la temporada tras la apertura en Almería y también ha traído consigo por fin el estreno de Arzu en su cuarto partido frenando la rutina de las decepciones y que activa por enésima vez un llamamiento colectivo del reto de fe y optimismo.

La reivindicación está en Melilla a base de concentración e intensidad para justificar las valoraciones de mejora y alivio, pero el rival es un hueso casero: uno de los tres invictos, junto UCAM y Xerez CD, que lleva tres jornadas en alza con el impulso del último triunfo ante su afición (3-0 a Estepona). Los dos equipos han cambiado de entrenador sin recobrar plenamente la salud perdida: Melilla sigue en descenso y el Decano en la zona media. Y ahora se desea en el recreativismo que esta convalecencia y rayo de esperanza sea también vivo y eficaz a la espera del rearme con la obligada mirada a los refuerzos invernales.