Disfunción ideológica

"Soy totalmente incapaz de mantenerme incondicionalmente en unas ideas, menos aún si no son mías"

Disfunción ideológica
Disfunción ideológica

26 de noviembre 2025 - 03:06

Una vez fui marxista, pero al poco le vi los defectos y me quité, como Jiménez Losantos. También viví mi tiempo de indignado, sin acampada pero militante, y llegué a ser medio podemita, hasta que los calé. Socialista desde chico, me salí pero volví cuando Rubalcaba, y luego fui fan de M. Rajoy porque me cae bien. No encajo, y creo que es porque tengo alguna especie de tara. Una disfuncionalidad ideológica. Soy totalmente incapaz de mantenerme incondicionalmente en unas ideas, menos aún si no son mías, y me cuesta muchísimo entender a la gente que lo hace. Si esto me pasaba antes, imagénense ahora, en medio de este populismo trocho que nos rodea y la sarta de chorradas que nos vomitan encima cada día para que nos las comamos con papas tan plácidamente. Antes me hacían gracia porque, quitando lo de que el mundo lo están dejando que da asco verlo, sus ideas mesiánicas no me afectaban demasiado, porque a mí, mientras pueda pagar la hipoteca y el pollo, irme al bar de vez en cuando y que la familia y los amigos estén bien, lo demás me la trae al pairo, supongo yo que como en realidad nos pasa a todos cuando no nos están trepanando el cerebro en las redes sociales. Me servían para echar unas risas y ya está. Pero eso cambió el lunes.

Les pongo en situación: pleno en Hueva. Se debate la aprobación del nuevo plan urbanístico municipal. Cada cual, como es normal, hace lo que cree oportuno: el PP, como el plan es suyo, vota a favor, PSOE y ‘Con Andalucía’ (que por suerte aquí todavía son más IU y menos Podemos) se ponen en plan constructivos, pero se abstienen, y luego llega VOX, que vota en contra no porque no les guste el modelo de ciudad que se propone en el plan, ni porque crean que hay que liberar más o menos suelo o que haya que incluir más o menos zonas verdes, sino porque, les juro que esto es literal, “se pliega a Europa” e incluye “aspectos ideológicos” como el cambio climático, porque por lo visto, según ellos, el cambio climático es ideología.

Lo peor no es el argumento en sí, que por desgracia todos hemos normalizado, y desvaríos aún peores, en los últimos tiempos, ni tampoco lo desesperanzador que llega a ser que venga de quien viene, que ya me dirán ustedes a qué podemos agarrarnos ya si hasta el mismísimo creador de Quiero a Huelva es capaz, también él, de sucumbir al dictado de los que le mandan desde Madrid o vaya usted a saber desde dónde. Lo peor, lo más terrible, es la constatación de que ese veneno ideológico ya ha llegado hasta aquí. Que, de alguna manera, ya afecta a mi ciudad, y por tanto a mi gente. A ustedes. Que ya condiciona mi vida. Sentirlo tan cerca, qué quieren que les diga, a mí me da mucha grima.

stats