Disfrutar la Huelva recuperada

Una nueva semana, y tras reconocer mi ausencia durante algún que otro sábado, retomo de nuevo este espacio con la intención de dejaros unas papas con choco con ciertos destellos magistrales dignos del zurriago de mi amigo, el gran Paco Muñoz. Mi único afán en todo esto, y envidia –de la buena, por supuesto–, no es otro que ser o, tan siquiera, parecerme a él: ser héroe de algunos y villano favorito de otros, y si encima pilláis la ironía, pues mejor que mejor.

Resulta, que las Colombinas ya están aquí, y este año, más que nunca, agosto trae aromas de la Huelva de siempre y añeja. Parece que todo está perfectamente organizado para que disfrutemos junto con la esencia de la fachada de El Comercial, uno de los símbolos de siempre que se recuperaron y que nunca se debieron perder. Todo muy en sintonía y orquestado, de manera que, además de aquella estampa reflejada en la portada, hemos recuperado nuestro secuestrado Trofeo Colombino, que ya es algo.

Pero ahí no queda la cosa, pues, por si fuera poco, también se ha recuperado un símbolo de nuestra Huelva, como lo fue aquel muro de Berlín. Porque a día de hoy, 50 años después, recuperamos la estampa de siempre, la que nunca debió perder, la de nuestro vulgarmente conocido como Muelle del Tinto. Dada su importancia, el día 3, Melody debería cantar Esa Diva en lo alto del tramo de muelle recuperado. Así podríamos contemplar su actuación en 360 grados, viéndola y disfrutándola desde Cardeñas hasta Marismas del Odiel, y que Europa vea lo que se perdió.

Pero voy más allá, porque esto provocará grandes ardentías y probablemente algunos se rasgarán las vestiduras, planteando dudas de que lo que inauguran Pili y Alberto no es proyecto suyo, y que hay que darle las gracias a don Gabi… Como habitualmente suelo decir, con esto no gana ni pierde nadie, tan solo ganan Huelva y los onubenses.

Como reivindicación y guinda del pastel a la recuperación de símbolos que nunca se debieron perder, sugiero que se pongan manos a la obra y recuperemos pronto, también, la mítica Venta Álvarez, y aquella clásica entrada por Huelva por la carretera vieja. Así cuando venga la plana mayor (Óscar Puente, Juanma Moreno, etc.) para inaugurar los proyectos del hidrógeno verde y todo lo prometido, se tomen un desayuno de los de verdad. Esos sí que daban energía para todo el día.