Confabulario
Manuel Gregorio González
Lotería y nacimientos
Comprendo que las circunstancias, a veces, obligan a una sobreexposición y ello entraña ciertas dificultades, pero no obvia que demos la talla adecuada cuando la misión encomendada lo exige.
Y es que los eventos protocolarios del Congreso, han sido tan variados e importantes, que han puesto a prueba tus capacidades como Presidenta y siento decirte, Paqui, que el público se ha visto decepcionado porque solo has estado a la altura, en tus discursos oficiales, de los intereses del Gobierno, ni siquiera del partido sanchista. La verdad es, Paqui, que cuatro discursos en menos de cuatro meses es mucho para quien no ha digerido aún el papel institucional de su cargo y la misión de arbitraje imparcial que le corresponde. Así sucede, que te permitiste en el último, defender una renovación de la Constitución, es solo un ejemplo, por ello a ver si te dejan descansar y no tenemos en un tiempo razonable ningún nuevo discurso, Presidenta.
Dicho esto, y visto el deterioro educativo de nuestro sistema, cuyo diagnóstico puede ser menos complejo de lo que parece porque su etiología es clara y con una repercusión directa en la búsqueda de la excelencia puesto que la pérdida de la disciplina y el respeto, inciden directamente en el objetivo educativo de calidad. Sin olvidar el papel fundamental de los padres porque, cuando faltan los elementos citados, vemos como el relativista se impone y la formación degenera. Como esto viene ocurriendo hace años, nos encontramos con políticos, adictos a la mercadotecnia electoral antes que al servicio público y se regodean, en la búsqueda de su promoción personal utilizando dos vías claras: la depredación de la historia y la formulación de un relato superador de la realidad de los hechos en función de sus propios intereses.
Si a eso le añadimos la justificación propia, en base a la comparación de los errores anteriores de otros, como si ello obviara la errata actual, tenemos el perfil del dirigente actual con lo que el oponente, dado que la mentira hoy ha sido sustituida por el “cambio de opinión”, nunca podrá plantear alternativas constructivas y a partir de ahí surgirá la confrontación, buscada por el dirigente que se convierte automáticamente en víctima, a pesar de definirse como “hombre de convicciones” que, aún recordándonos la frase popular atribuida a Groucho Marx, es capaz, de hacer de la “necesidad virtud” y, además, proponer un encuentro para pactar temas que le resultan trascendentes, por citar algo, la renovación del CGPJ que realmente no le corresponde a él tomar esa iniciativa sino a las Presidencias del Congreso y Senado, en una extrapolación similar a la de Paqui, cuando afirmó: “las razones individuales pasaron a ser comunitarias”, cuando se refirió al tema territorial.
Por eso, Feijóo, no debería aceptar reunión alguna con el de la opinión cambiante, sin tener un “verificador”.
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