Alto y claro
José Antonio Carrizosa
¿Merece la pena?
HOY Huelva amanece contenta. La intensidad de lo vivido en la jornada de ayer ha creado en la ciudad una alegría inusitada. Ya, Nuestra Madre y Señora de los Dolores está coronada canónicamente. Todo parece que ha terminado; que el itinerario que se marcó la Hermandad hace algún tiempo hasta llegar esta fecha ha concluido. Pero no. Ahora empieza el camino de los compromisos. Compromisos, que además de los sociales, están los de índole formativo. Una Hermandad que tenga a su Sagrada Titular Coronada canónicamente, la compromete a profundizaren en todo lo concerniente al conocimiento de la Virgen María. Decíamos que Huelva hoy está contenta. La jornada de ayer se vivió con profundidad, con devoción, con onubensismo. Huelva se vistió de gala para recibir a todos los visitantes, que tuvieron a bien compartir con nosotros la Coronación de Nuestra Madre y Señora de los Dolores.
Otra vez, y digo otra vez, una Hermandad de nuestra Semana Santa, hizo que Huelva fuera el punto de llegada de muchos cofrades de otras localidades tanto provinciales como andaluzas, que se pasaron por Huelva para vibrar con este evento religioso tan extraordinario. Huelva se sintió dichosa con lo que se vivía. Huelva, siempre remarcando su carácter mariano. Y luego habrá quienes digan que somos apáticos. Los onubenses somos participativos y sabemos cuándo lo que se celebra en la ciudad tiene una importancia trascendente.
Nuestra Madre y Señora de los Dolores ya está coronada. Este hecho hará que la Parroquia de la Concepción, 500 años después, se sienta dichosa para vivir con más intensidad este periodo jubilar en el que se encuentra inmerso. Ayer fue un día importante para Huelva. La Parroquia de la Concepción, con sus vetustos cimientos, se siente rejuvenecida con este acontecimiento. Si, ya la Parroquia no será la misma, pues en su interior se encuentra Nuestra Madre y Señora de los Dolores; coronada por la Iglesia y por la devoción que le profesa Huelva. Ayer en Huelva se coronó Nuestra Madre y Señora de los Dolores, y el Nazareno, Señor de Huelva, se alegró.
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