Notas al margen
David Fernández
Del cinismo de Sánchez a la torpeza de Feijóo
EL último día de preliminares estaba solo en mi butaca, en el descanso, viendo a la gente que se queda dentro de la bombonera y que no sale a la calle. Estaba meditando y quizás, estaba tan metido en mis cosas que alguien se sentó a mi lado, miré y no había nadie, me sobresalte y seguí pensando en mis cosas. Entonces ocurrió algo inexplicable. Oigo una voz que me dice : Chiqui, ¿esto qué es el descanso? Joder eres tú Güito, le respondí. ¿Tu no serás tonto no? "Quillo no me des estos sustos que yo ya estoy mu mayor pa estas cosas" le dije.
"No te asustes que con lo que te has tragado este año, es para estar libre de espantos", me espetó en la oreja. Mientras fumaba un cigarro me decía, "he venido porque te tengo que poner al día, que este año estás siendo muy suavito, no estás dando caña, con to lo que está pasando". "No te comprendo, estás viendo tú otras cosas desde tu privilegiada posición, explícate que yo lo cuento todo". "Vale -me dijo- pero tienes que poner todo lo que yo te diga". "Güito no te pases que te conozco y que a ti ya no te ven, y el que está aquí soy yo", respondí. Y va y me dice: "como es eso que te ha gustado una comparsa de mujeres, y no me digas que es del Cabeza porque Antonio dejó al grupo hace tiempo y lo lleva solo Víctor". "Anda ya -le dije-, el sello que es Cabeza puro. "Si pero lo lleva Víctor. Otra cosa, ¿que hacía Pepe El Marismeño en el teatro si a él no le gusta esto? Sabes que es un montaje del uno para que se hable de él, él tiene que ser mas protagonista que nadie", añadió.
"Ah -prosiguió- y felicita a la peña La Colombina por el magnífico espectáculo que brindaron a todo el personal que se dio cita en la bombonera. Fue capaz de reunir a muchos carnavaleros de los viejos que ahora están disfrutando de la fiesta desde las butacas y que seguramente les habrá entrado el gusanillo de volver a subirse a las tablas y disfrutar desde ellas de nuestra fiesta. Me gusto oír de nuevo a Roque y su grupo, a los auténticos independientes, a los mushashos de la Gilda y me resultó curioso como yo mismo tarareaba sus letras a la vez que ellos las interpretaban".
-Si es que tu, Güito en el fondo has sido siempre muy sensible.
-Estuvo currado y hasta simpático, pero lo siento por mis amigos de La Colombina, no fue un pregón. La intención de un pregón es dar a conocer al pueblo que comienza la fiesta, invitar a la gente a que disfrute de ella y si quitamos a los que estaban en el teatro creo que nadie más se ha dado cuenta que este tinglado ha vuelto a andar. No es normal que pregonemos nuestro Carnaval y hasta diez días después del pregón no comience el concurso.
-Quillo para ya, si vas a venir más días me lo dices y me coges preparado. ¿Te reservo otra columna?
-Sí, entre semis y final te cuento más cosas, pero publícalas.
-Vale te espero. Y se fue, pero seguro que volverá, lo conozco.
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