El clima, un cuento chino

Para empezar a cambiar nuestra forma de vida sólo hay que aplicar el sentido común

Cuando aún escuchamos a los vehementes expertos que estamos en alerta casi irreversible ante el calentamiento global hay quien aún lo oye y atiende con la misma emoción que siente al ver en una película el apocalipsis. Actores de gran popularidad, otros de menos nivel, han protagonizado cintas en las que aparecían como héroes que salvaban al mundo. Vive -o mejor dicho, sobreviven- en ciudades destruídas como si una guerra hubiera desatado toda su munición en una sola hora, habiendo matado no sólo a sus gentes, sino que no han dejado ni un solo árbol en pie. En ese mundo muerto aparecen escondidos en zulos gentes con pinta de zombis. Temerosos, emergen de sus escondites a la superficie, que se presenta sin colores, ni vida de especies animales que vamos matando de forma indirecta por culpa de nuestras modernidades. El ultimo día de la tierra nadie se atreve a vaticinarlo, faltaría más, pero menos falta para que en verdad sepuedan cumplir las peores previsiones climáticas. Para empezar a cambiar nuestra forma de vida sólo hay que aplicar el sentido común. Hay que retrotraerse al nacimiento del mundo que es anterior a nosotros. El ser humano nace de la tierra, y al poner por primera vez el pie en ella requiere de una serie de necesidades para vivir. El Progreso nos ha hecho hombres y los hombres estamos acabando con él. Si volvemos a aplicar el sentido común verán que es de una lógica aplastante el hecho de que debemos tomar conciencia de ser ecológicos, que no es otra cosa que definir al perfil de ser humano que avanza hacia una nueva manera de abastecerse. En el año 1800, en el mundo vivían mil millones de habitantes. Según los penúltimos datos, somos 7.350 millones. Si en 2050 serán 11.400 millones de habitantes, lo lógico es que por algún lado el planeta pete. Pero no por una predicción de Nostradamus, sino por nuestra inconsciencia. Quizá podíamos hacer algo cada uno de nosotros pero, eso sí, China, EEUU, Rusia, Arabia Saudí, India, Brasil deben firmar los acuerdos y cumplirlos. De lo contrario nada servirá. China tiene el poder, sólo hay que mirar los datos: Hace 30 años, Europa era el 19% del PIB del mundo y China un 3%. Ahora China es el 31% y Europa sólo el 3,5%. Por lo que si China no firma, no haremos nada porque no pintamos nada puesto ellos tienen el poder para tomar las decisiones mundiales. Cabe la esperanza de que, como en esas películas, el héroe consiga doblegar a la ira de la tierra y despierte un nuevo amanecer.

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