de todo... como en los chinos

De todo en la segunda noche de preliminares, buenas, regulares y malas. Abrió la chirigota Los rebujitos de Cartaya y no nos vamos a andar con medias tintas: para participar en un concurso como el Colombino hay que venir más ensayado y afinado. Todos pueden participar y poner voluntad en el intento, pero así no se gana un concurso, faltan voces, afinación y letras. Además, algo esencial, experiencia y menos nervios. Eso sí voluntad y ganas no faltaron. Pero sí tablas, que es precisamente lo que le sobra a la comparsa de Isla Cristina La isla mágica. Comparsa afinada, con buenas voces y música. Considero que estará en la pelea por los premios. Pero un aviso para navegantes, aquí no está todo el pescao vendío y el que se lo tenga creído lo mismo se pega un batacazo. La pelea por el premio termina el día de la final.

Tirando para arriba está Ayamonte, de allí nos llegó la chirigota Me lo paso del carajo con lo que llevo debajo. Tres cuartos de lo mismo con la de Cartaya. Mucha voluntad, pero le falta rodaje. Traen buenas letras en los dos pasodobles, aunque letras buenas no dan el pase a semifinales si éstas no se cantan bien (pero ya veremos que pasa). Ahora nos vamos para la otra esquina de la costa, Punta Umbría. Abrió la segunda parte la comparsa puntumbrieña Un caballero loco. Agrupación que después de este pase por preliminares habrá que escucharla de nuevo en semifinales para ver su verdadero potencial. De Huelva, la chirigota Nos cabe la duda, los escamaos. Pasodobles escuchables, cuplés pasables y popurrí con una mijita de arte donde el personal se ríe con sus golpes que, aunque parezca mentira, ya es algo destacable. Tienen papeles para semifinales. Cerró la noche la comparsa de Ubrique Los invisibles. Buen tipo y buenas letras, pero ni lo saben interpretar, ni lo saben cantar.