En el listado de edificios emblemáticos de Huelva, la casa del obrero de vía, ubicada en la barriada de Cardeñas, ha pasado a ocupar la última posición y tiene riesgo incluso de desaparecer, ya que en los últimos años su rehabilitación no ha sido una prioridad para el Ayuntamiento de la capital onubense y avanza el deterioro de la edificación sin que se haga nada para evitarlo.

Presenta un gran abandono, sólo queda en pie la estructura de la casa, la única de estas características que hay en la ciudad. Carece de techumbre y de todo cerramiento, y en el interior de lo poco que queda de la vivienda se pueden apreciar los daños causados en su día por un incendio.

La casa de obrero de vía data de finales del siglo XIX y forma parte del legado histórico de la capital onubense relacionado con los inicios del ferrocarril. El inmueble, edificado en el año 1886, formaba parte de las construcciones de la línea del ferrocarril Huelva-Zafra, vinculado al paso al nivel que en este punto de la vía hacía la llamada vereda de Cardeñas. Dejó de funcionar en 1976 al cambiar el trazado mediante la variante de Peguerillas.

Se trata de un edificio de planta baja con una superficie de cuarenta metros cuadrados. Contaba con una cubierta a dos aguas formada por vigas de madera dispuestas triangularmente bajo tejas planas, característica de la arquitectura inglesa.La puerta de acceso a la vivienda tiene un remate de arco de medio punto, lo que se repite en las ventanas. Además, destacan los recercados de ladrillo visto en huecos, de forma adintelada, roscas de arcos, óculos tímpano y cornisas.

La historia de esta construcción, que forma parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad, tiene el suficiente peso para que la administración local apueste por ella y decida de una vez rescatarla del olvido y proceda a su restauración antes de que la falta de conservación y el tiempo lo impida. 

Son muchos los usos que se le podrían dar a la edificación. En el plan del Área de Rehabilitación Concertada Marismas del Odiel se contemplaba para esta edificación un Museo de la Marisma, que realizara un recorrido por la historia de las personas que han habitado este espacio, pero las posibilidades son múltiples. Primero hay que recuperar el edificio, analizar sus posibilidades y elegir la más idónea.

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