Cuando el calor aprieta

27 de julio 2023 - 00:45

He tenido la suerte de toparme de lleno con la ola de calor en el mediterráneo disfrutando de una visita a unos muy queridos amigos: humedad, bochorno, agua de mar calentita y una noche para no olvidar entre estados de duermevela. Digo que he tenido la suerte porque tengo ahora algo de lo que escribir, algo que contar, algo que pensar y mucho que aprender para que el próximo verano elija mejor el destino y ponga más atención a las previsiones meteorológicas de los telediarios.

Estuve con mis amigos menos tiempo del que tenía previsto, esa es mi única pena, porque tuvimos que huir cual alma lleva el diablo. Mi querida familia postiza: volveré pronto, pero cuando pueda ponerme unos vaqueros y un abrigo de borreguito, que el daros un abrazo no suponga ningún esfuerzo y que podamos comer juntos en una mesa sin que nos sude a todos el bigote.

En dos días no tuve contacto físico con mi pareja: estaba preocupada por seguir respirando a la par que buscando maneras de refrescarme. Me puse a pensar sobre la relación que debe haber entre la temperatura ambiente y el contacto entre las personas. Lo confirmé consultando las estadísticas: los meses con más nacimientos son septiembre y octubre; febrero y marzo cuando hay menos. Para entendernos: hay más salseo bajo el nórdico que con el ventilador y la mosquitera.

Pero el aire acondicionado es, la mayoría de las veces, nuestra salvación: ha unido a muchas parejas pero también las ha separado, a partes iguales, porque hay personas con el termostato mal, la garganta delicada y el oído muy fino. Si volvemos a las estadísticas contaros que en verano es cuando las parejas más se pelean: septiembre y octubre son los meses donde se firman más divorcios.

Cuando la temperatura ambiente es extrema, más alta o más baja de lo normal, nuestro cuerpo y nuestra mente reacciona. En estas fechas el calor nos afecta volviéndonos más irascibles, apáticos y antipáticos. Acabábamos de dejar de lado la astenia primaveral y ahora viene esto. El calor saca lo peor que llevamos dentro: por cada grado que sube el termómetro aumentan un 1,5% el número de asesinatos, con esto te digo todo. Insomnio, cansancio y pérdida del apetito, dicen. Ya me gustaría a mí que se me perdiera el apetito, no gano para helados.

Haciendo un análisis de todo lo anterior me inclino a pensar que la mejor opción para evitar una separación y peleas en verano es disfrutar de las vacaciones por separado. Se organizan los viajes con los amigos y amigas y si se tienen niños se reparten, por la salud de la pareja. De esta manera no habrá discusiones a media noche por tener el aire encendido, no tendrás que aguantar a cuñados ni suegros, reducirás las ganas de tirar a los niños por el balcón porque los tendrás la mitad del verano y podrás tomarte por la mañana la tostada con ajo que tanto te gusta sin molestar a nadie.

Así que ya sabes, planifica tu verano pensando en la caló: porque cada año aprieta más.

stats