El botánico

El Monarca animó a la Comisión Promotora a llevar a cabo el nuevo parque botánico

Corría el 12 de octubre de 1981 y Palos de la Frontera se convertía en capital de Iberoamérica porque según el calendario, la fecha era refrendo de los actos conmemorativos del IV Centenario del Descubrimiento que la Corona de España, regentada por María Cristina de Habsburgo, se habían centrado en la antigua e histórica villa de Huelva, con el fin de reconocer y exaltar el vínculo real que ya iniciara Alfonso XII en 1882.

En ese día los Reyes, el Gobierno, el descendiente de Cristóbal Colón, el cuerpo diplomático, el presidente de la Junta de Andalucía, autoridades del mundo de las ciencias, las artes, Iglesia, las Fuerzas Armadas... se reunieron en la iglesia de San Jorge para rememorar la pragmática sanción por la que el pueblo palermo debía colaborar con dos naos a la empresa descubridora.

Antes de proceder a la sesión académica -consta en los medios informativos-, don Juan Carlos contemplaría cómo extendidas a lo largo del atrio parroquial se hallaba una amplia representación de las "plantas" (sic) ofrecidas por los gobiernos de las repúblicas hispanoamericanas con destino al Parque José Celestino Mutis.

El Monarca se interesó vivamente por tan atractiva idea animando a la Comisión Promotora para llevar a cabo en los Lugares Colombinos la ubicación del nuevo enclave.

Ahora bien, cuando se entra en la web del citado botánico no se alude a tal Comisión y hay que acudir a la prensa para demostrar su existencia (diario Odiel 24-10-81). En ese día aparece una nota y un reportaje fotográfico notificando la labor realizada hasta el momento por sus integrantes, entre ellos la alcaldesa Pilar Pulgar, los ingenieros agrícolas Juan Pedro Garbayo y Juan Aizpuru, el presidente de la Diputación, Emiliano Sanz, José Moya, director general del Icona y los senadores José G. Gaztañaga y José Luis García Palacios, quien fue citado en acta por su constancia mediadora ante el ministro de Agricultura, el presidente del Instituto Iberoamericano de Cooperación y las instituciones provincial y municipal onubenses.

Luego ocurrió que el parque no fue realidad hasta 1992 sin alcanzar el sueño originario de ser único en mostrar las especies florales y arbustivas del continente americano, pero esa es otra historia que, por cierto, ignora a los padres fundadores y calla el denodado empeño que mostró a lo largo de las negociaciones el joven parlamentario García Palacios.

Que conste y rectifique.

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