El bastón

11 de noviembre 2015 - 01:00

PARECE que es tiempo de bastones. A los alcaldes catalanes les ha dado por sacar los bastones de mando a la calle para acompañar al primo Artur ante la Justicia. Y eso da muy mala espina. Tan mala como ver a este patético personaje saludar brazo en alto con los cuatro dedos de la mano extendidos, simbolizando las cuatro barras. Estamos a un pulgar del saludo fascista, que ese sí que era un régimen de porra en mano y pocas contemplaciones.

El bastón resucitado de la oscuridad de los tiempos para oponerse a la Justicia, que lleva una espada en la mano.

El bastón siempre fue instrumento arcaico y noble, pero cuando amenaza es un quiero y no puedo.

El bastón es el arma demagógica del rico, pues el del pobre es más de cayado en tierra.

El bastón simboliza lo antiguo, la sencillez del cabrero, pero estos bastones alzados que se agitan al aire son palomas blancas sin alas y sin paz.

¡Qué miedo dan las cosas que no son lo que parecen! Aún como no se les ha ocurrido colgar a cada bastón una barretina. Hubiera sido el colmo.

Pero los regidores que los empuñan ya no llevan el canut para guardar las monedas, que ahora se guardan todas en Suiza, donde el palo es de oro y se ocultan las copas.

Un golpe de bastón en tierra es algo perfectamente serio, diría Machado, pero estos bastones que los alcaldes catalanes han sacado a la calle no tocan el suelo de la dignidad, que es donde el bastón se ennoblece. Estos se agitan al aire, amenazantes, donde el bastón pierde su sentido para convertirse en patético disfraz de quien lo empuña.

En este sainete en que se ha convertido la política catalana ya no les bastan las banderas, ahora nos sacan los bastones a la calle. La bandera es un símbolo, el bastón es un arma arcaica que nos retrotrae al principio de la guerra. Es fácil oponer un bastón a un juez, pero si pintan bastos verán cómo se dispersan los bastones, Diagonal arriba y camino de los relicarios.

El bastón es cosa burguesa -¿hay algo más burgués que un alcalde?- que no hay que temer. Miedo al primo Mas, al clan Pujol y a las 40 familias catalanas que se han repartido Cataluña como los Riina se repartieron Sicilia, pero de una manera más fina que los Almogávares.

Un pío, pío ha dicho que Artur Mas tiene una oferta profesional de una empresa catalana para irse a Canadá. Pío, pío…

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